David contra Goliat

| 17 NOVIEMBRE 2015 | ACTUALIZADO: 7 MARZO 2024 14:08

Uno ya peina canas y ha visto mucho de todo. En el mundo de la publicidad no hay que ser del CNI para descubrir lo bueno y lo malo de esta profesión. Es curioso que una actividad donde el valor es un intangible como la creatividad, al final lo que importa es la pasta de los accionistas. Sí, eso es lo que cuenta. Porque si no hay beneficio, no habrá bonus para los jefazos de los grandes grupos (Omnicom, WPP, IPG, Publicis, etc) y tampoco para los accionistas.

Mientras unos comen migajas, otros llevan mucho tiempo viviendo como reyes, esta es la verdad. Aunque sabemos que la publicidad no es una excepción y es el peaje que debes pagar si te subes al portaaviones de una multinacional.

Lo que ahora nos atañe es esa racanería de los holding de comunicación publicitaria para indemnizar los despidos de sus altos ejecutivos. He visto casos de libro. El último parece que está sucediendo con los de Omnicom (TBWA/España). Cuando se trata de mandarte a la calle no les tiembla el pulso. Lo siguiente es intentar buscar recovecos legales o lo que sea para evitar el pago de lo que cuesta ese despido improcedente. Pero no, para ellos todo es procedente.

¿Y qué es lo que hacen para ganar esa batalla legal? Muy sencillo. Ponen en marcha a su departamento legal para alargar y acabar con la paciencia del afectado. Lo importante es agotar física y económicamente al directivo. Hasta que se canse o se quede sin fondos para pagar a los abogados un proceso interminable.

Conozco algunos que han desistido, pero hay alguno que conozco que ha seguido hasta el final consiguiendo sacarle un buen pico a multinacionales como WPP. Esto es como lo de David contra Goliat. Pero la realidad es que haber gastado toda una vida en una de esas multinacionales no asegura que el final de la historia sea un cuento de hadas. Todo lo contrario.

Creo que los CEO de los grandes holding (Sorrell, Lévy, Wren, Roth…) deberían mostrar un poco más de humanidad y un poco menos de prepotencia con personas que quemaron sus vidas profesionales para llenar sus bolsillos. No lo veo fácil.