Festivales: trucho va, trucho viene

| 19 ABRIL 2016 | ACTUALIZADO: 21 ABRIL 2016 9:22

No hay duda. Se acerca la temporada festivalera para las agencias creativas. Suele ser entre abril y mayo cuando empiezan a surgir curiosamente campañas que huelen a búsqueda de premios. Lo de vender ya es otro cantar.

Por ejemplo, hace poco una conocida revista deportiva ha encomendado una nueva campaña. La idea consiste en incluir junto a la publicación un spray igual al que usan los árbitros pero que ahora se ofrece como sistema “para marcar los límites de la vida cotidiana”. Esto huele a truchazo a distancia. Por muy “real” (y forzada) que sea, no creo que el cliente haya invertido un euro en esta idea. O sea, que la agencia parece que busca un metal como sea.

Otra que huele a truchazo en todos los sentidos es la campaña ideada por otra agencia para una marca especializada en el desarrollo de productos eróticos para mujeres. ¡Cágate lorito! Rebusca y encontrarás, que decía uno. Los creatas de la susodicha han parido una “idea” que consiste en una librería con orgasmos reales de los internautas. Suena a broma, pero lo increíble es que va en serio. Sin duda, otra forma de buscar premios cuando el trabajo real no da la talla.

«Suele ser entre abril y mayo cuando empiezan a surgir curiosamente campañas que huelen a búsqueda de premios».

Otra con olor a trucho es la acción ideada por otra agencia de la capital, consistente en crear un dispositivo que permite a los perros compartir en redes sociales todas las cosas que les gusten sin la intervención del ser humano. Y se explican: Por ejemplo, cuando un perro ve algo que le gusta, mueve la cola de manera particular, por lo que el invento cuenta con un acelerómetro que detecta este movimiento y envía una señal a una cámara, que captura una fotografía que se sube automáticamente a las redes sociales en las que el perro esté presente”. Bufff he quedado agotado… ¿Pueden repetir? Como se puede comprobar una idea fresca, sencilla y nada rebuscada.

Como ven no es tan difícil desenmascarar a los trucheros, basta con un poco de sentido común. Pero los festivales son un negocio muy rentable, y si el trucho (por mucho que lo sea) ha aparecido una vez a las 3 de la madrugada en Tele Vallecas, pues ya es premiable. Basta con presentar un comprobante. Así de fácil. Y así de triste.

Lo peor es que los clientes miran para otro lado (o no se enteran de la fiesta que están pagando), las agencias promueven e incentivan esta práctica y los organizadores de los festivales se frotan las manos con las inscripciones…

NOTA: trucho// La definición de la RAE dice que es un adjetivo proveniente de Argentina y Uruguay que significa falso o fraudulento. En publicidad un trucho se conoce como una campaña creada específicamente para presentarla en festivales publicitarios.