Peligro real para la publicidad institucional

| 19 ENERO 2016 | ACTUALIZADO: 19 ENERO 2016 8:57

Lo que está pasando en nuestro país no es para tomárselo a cachondeo. La inestabilidad política que estamos viviendo no es más que el reflejo de nuestra sociedad. Todos tenemos motivos para estar muy cabreados. Se han reído en nuestra cara. Hemos visto de todo. Vale. Pero, ¿de verdad somos tan ingenuos y estúpidos para creer que va a venir un Robin Hood (con rastas) a salvarnos?

El desembarco de los Podemitas y Pablo Iglesias no ha sido por casualidad. Ni su imagen de progre, ni su afán de presentarse como revolucionario han sido claves para auparle hasta ocupar una buena parte de los sillones del Congreso. Algunos han estado muy interesados en financiarles para que, aprovechando el descontento general, llegaran donde están hoy.

Yo también estaba hasta el píloro del turnismo PP-PSOE. Pero creo que lo que ha venido no es mejor. Más bien todo lo contrario. Cuando alguien tiene como modelo un sistema político y económico como el venezolano es como para acojonarse (y mucho).

No olvidemos que esta gente está contra el capitalismo y todo lo que suene a clase empresarial. Se venden como los “salvadores” de la patria. Bueno, de la “patria de patrias” o como coño quieran llamarlo ahora.

Lo voy a decir clarito. Los que estamos en el negocio de la publicidad tenemos motivos para evitar que estos tíos manden en la economía porque nos van a llevar al huerto. Prepárense para el fin de la publicidad institucional, el fin de las licitaciones para campañas de la Administración y otras ingeniosas ideas ‘progresistas’.

No me extraña que inversores extranjeros y analistas internacionales hayan paralizado sus operaciones hasta que esto se aclare. Algunos dirán que estoy loco y que aquí no pasa nada. Pues, queridos compañeros publicitarios, ya podéis rezar lo que sepáis porque si Pablito, Monedero y Errejón manejan un día los Presupuestos Generales del Estado estamos jodidos.

No hay que olvidar que la Publicidad es un concepto que estos recién llegados confunden con apología o la “Propaganda del Movimiento”. No han evolucionado, los chicos. Y mucho me temo que si unos se cargaron la publicidad de RTVE, por qué otros no van a fulminar la publicidad institucional. Total, ¿para qué sirve, no? ¡Menuda gilipollez!

Queridas agencias creativas (de todo tipo) y agencias de medios, podemos acabar mucho peor de lo que estamos. Bastante peor. ¿Es mucho pedir que nos dejen en paz y se vayan con la música (y la flauta) a otra parte?

No necesitamos ni visionarios mesiánicos ni flautistas de Hamelín.

Gracias.