Soy Olivia, el nexo millonario entre anunciantes e influencers
Cuando Instagram comenzó a ponerse de moda entre los más jóvenes, Soy Olivia ya estaba introduciendo su negocio entre los potenciales influencers y algunas de las marcas más conocidas por el público. 2015 fue concretamente el año en que este holding observó el poder que podría llegar a alcanzar la creación de contenido en redes. Seis años después celebra no haberse equivocado.
Tanto es así, que la entidad dedicada al marketing de influencer, la publicidad nativa en plataformas sociales y la consultoría digital habría facturado solo en el pasado año la friolera de 5,6 millones de euros, obteniendo un beneficio de alrededor de 203.000 euros. Actualmente cuenta con más de 650 clientes y 5.300 proyectos entre manos.
Según advierte uno de sus fundadores y actual director, Javier García Gallo, la agencia ya se habría establecido “como referente” en el mercado y estaría en un momento “de escala de su operación”, manteniendo su filosofía y modelo de trabajo “para asegurar su objetivo”. Este no es otro que lograr crear un entorno de redes sociales “en el que los usuarios, los influencers y las marcas generen contenidos y aporten valor a las comunidades a través de sus mensajes, productos y servicios.”
Actualmente Soy Olivia cuenta con más de 650 clientes y 5.300 proyectos entre manos.
En este sentido, García Gallo tiene claro que este momento tan dulce para la empresa que trabaja con perfiles como María Pombo, Gracy Villareal, Tomás Páramo o María García de Jaime, se debe principalmente a que son “nativos digitales”.
“SoyOlivia fue creada a raíz del estilo de vida de sus fundadores y el convencimiento de que los creadores de contenido y el UGC representan el gran cambio de nuestra generación. No somos la respuesta a un mercado, hemos promovido y formado parte de la generación del mismo”, explica a este medio.
La propia web de la empresa indica que sus integrantes son “consumidores” al mismo tiempo “que consultores” y plantea el marketing social “como una conversación entre anunciantes y audiencias” en el que su trabajo se basa en “hacer de esa conversación una experiencia orgánica y efectiva”.
Pero… ¿Y si el éxito de las redes no es infinito? Para el cofundador del proyecto esto no supone un problema, puesto que a pesar de las efímeras modas “hay ya dos generaciones de personas que consumen el contenido en digital y bajo demanda”. Por este motivo cree también que esto “no cambiará, cambiarán las caras o las plataformas como pasa en cualquier mercado”, sentencia.
La confianza en el futuro del negocio es tan palpable que marcas como, Inditex, Calzedonia, Mazda, Carrefour, CocaCola, Disney o Nike se han atrevido a dar el paso de gestionar sus campañas de influencer.
Además, mientras que para algunos sectores la pandemia ha resultado demoledora, para esta rama del marketing ha supuesto un ‘golpe de realidad’. “Durante el Covid finalmente se ha demostrado que los llamados “influencers” no son únicamente personas que se hacen una foto en un sitio idílico, sino que son capaces entretenernos durante semanas desde un sólo lugar y apoyados sólo por su capacidad creativa” explica.
