Suspenso general en la cartelería electoral
En una campaña electoral la cartelería de los candidatos y los partidos es un elemento importante a la hora de crear una percepción concreta en los votantes. Con la aparición de las nuevas tecnologías parece que los carteles electorales han perdido protagonismo en favor de las redes sociales o la televisión, pero al salir a la calle es lo que el 
votante ve, y de estos carteles se desprenden sensaciones y percepciones de los candidatos.
El diario La Vanguardia ha preguntado a varios especialistas en diseño y publicidad para que analicen los carteles electorales. Oriol Villar, director creativo de publicidad y responsable de varias campañas de mucho éxito en España como Mediterráneamente de Estrella Damm, reprocha que los equipos no han tomado ningún riesgo, “dejan muy claro que quieren seguir donde están, sin herir a nadie”.
Para Sergio González Kuhn, diseñador de carteles de cine en Barfutura, los carteles son “casi patéticos”, y le resulta llamativo el hecho de que en una campaña tan reñida “las apuestas sean tan conservadoras, tan clásicas”. En la campañ
a en la que las redes sociales están jugando un papel importante y la televisión es la estrella, los carteles de los partidos podrían haber sido más arriesgados.
La cartelería de los principales candidatos a la presidencia del Gobierno padece el mismo problema, la falta de credibilidad. Para Villar “si quieres ser creíble, es imprescindible la naturalidad, y el problemas de todos es que hay demasiada pose, está sobreactuando porque son fotos de estudio. Excepto la de Pablo Iglesias. La cara tiene más de cuarenta músculos y, salvo los actores profesionales, en cuanto sabemos que nos van a hacer una foto, los músculos nos delatan”.
Para González Kuhn, el cartel de Podemos en el que aparece Pablo Iglesias tiene una ventaja sobre el resto, en la parte posterior de la foto, aunque esté desenfocada, “se ve público, es el único cartel con gente”. Pero le parece raro “el extraño protagonismo de la camisa, que ocupa tres cuartos de la foto”. Por su parte, Villar añade un error clave, el lema, para el creativo lo que caracterizaba a Podemos era que no era un partido político al uso, y con este lema de campaña eso se ha perdido.
El cartel del Alberto Garzón es, para los expertos, el más arriesgado. Para Villar el haber elegido un picado hacia abajo en la foto es arriesgado y “no le ha salido bien”, además de utilizar un lema como «Por un nuevo País» es un error, pues “no significa nada. Garzón tiene uno de los discursos más elaborados, y el eslogan debería sintetizarlo. Pero nuevo es un término que no dice nada en comunicación”. Para González kuhn, se ha equivocado con la foto, ya que han exagerado con la cara de niño bueno, “parece de primera comunión”.
La cartelería de Mariano Rajoy tampoco se libra de la crítica. Para ambos el lema “España en serio” es poco respetuoso, pues implica que los demás no se lo toman en serio. Además, González Kuhn asegura que la situación en la que está sentado el presidente del Gobierno es artificial.
El cartel de Pedro Sánchez y el PSOE tiene, para los expertos, un problema de planteamiento, no se fían de su marca si ha tenido que situar el nombre del candidato, además el lema “gobernar para la mayoría”, tiene menos fuerza que “gobernar para todos”.
Por último, la cartelería de Ciudadanos es demasiado “antigua” para el diseñador, además de que la foto de Albert Rivera está demasiado retocada y el lema “vota con ilusión” no dice nada.
