El aumento de los “Super Publishers” no tiene por qué ser una catástrofe

| 27 FEBRERO 2019 | ACTUALIZADO: 27 FEBRERO 2019 11:08

Juan Manuel Álvarez, country manager de SMART

La reciente adquisición de AppNexus por AT&T fue el último capítulo de la emergente narrativa del aumento de los llamados “Super Publishers”. Como definición, éstos son empresas escaladas e integradas verticalmente, como AT&T; Amazon y Verizon Media Group (anteriormente Oath), que han sacudido el panorama digital, en algunos casos, a través de una serie de adquisiciones que se han ido produciendo a lo largo de la última década. El hilo común es que todos ellos han marcado la casillas principales: Content creation y ownership; scaled user ID & data; y tecnología propia.

En muchos sectores, estas compañías son vistas como los posibles contrincantes a la participación masiva en el mercado de Google y Facebook. Para diferenciar, los Super Publishers se han comprometido a ser menos data-restrictive que el duopolio. Llámenme escéptico, pero predigo que estos Super Publishers imitarán la forma dominante del duopolio, en donde los datos fluyen en una única dirección, al verse desafiados por la legislación de privacidad y la obstinada mentalidad heredada en las empresas. En cualquier caso, es probable que se apoderen de una parte de la cuota del mercado del duopolio, pero predigo que los publishers premium e independientes son los que, en realidad, corren más riesgo.

¿Podría, incluso, representar una amenaza para algunos players? Ciertamente, los Super Publishers perseguirán la cuota de mercado del duopolio pero, sin duda, también robarán parte de la cuota a ese 20% del mercado restante que representa a todos los demás. Esto es, de hecho, un peligro claro para los publishers independientes y los players de la industria que conforman ese 20%

Pero prefiero ser optimista. Si bien es cierto que es comprensible emplear por defecto escenarios extremos, el surgimiento de estos Super Publishers podría ser instructivo para los editores independientes. No es de ilusos el hecho de acentuar lo positivo de una situación aparentemente imposible de ganar, ¿por qué? Porque no hay nada que impida a todos y cada uno de los publishers independientes hacer lo mismo que los Super Publishers en el juego de los walled gardens para forjar y proteger su propio rincón en el mercado por medio de lo que podríamos llamar “private gardens”.

Tienen la oportunidad de restablecer la imparcialidad, transparencia y la elección en el mercado de la publicidad programática. Pueden ofrecer a las marcas la alternativa de trabajar junto a supply partners, quienes ofrecen muchos de los mismos beneficios que los walled gardens, pero que, en cambio, se puede confiar en que no jueguen a dos bandas.

Los publishers premium e independientes tienen la capacidad de construir stacks de tecnología que ellos mismos controlan. Ese control incluye necesariamente la capacidad para tomar decisiones sobre la activación y protección de data. Además, este control también debe incluir la gestión de su demanda de una forma holística que maximice completamente sus ingresos y garantice la transparencia para las dos partes implicadas en cada transacción.

«Estos Super Publishers imitarán la forma dominante del duopolio, en donde los datos fluyen en una única dirección, al verse desafiados por la legislación de privacidad y la obstinada mentalidad heredada en las empresas».

La imitación puede ser la forma más sincera de adulación, pero también podría aplicarse de forma que ayude al imitador a distinguirse en el mercado. El walled garden del duopolio Facebook y Google ha sido ampliamente criticado, y justificadamente, por acaparar datos y utilizarlos de manera injusta para la desventaja de marcas y editores.

El hecho de no ser tan dependiente del duopolio o de los emergentes Super Publishers (por ejemplo xandr), es una estrategia para los publishers independientes que podría generarles una mayor participación de mercado.

El antiguo estratega militar chino Sun Tzu, autor del clásico “El arte de la guerra” decía: “Si conoces al enemigo y a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; Si te conoces a ti mismo, pero no al enemigo, por cada victoria ganada también sufrirás una derrota. Si no conoces ni al enemigo ni a ti mismo, sucumbirás en cada batalla”.

Publishers, en 2019, esas son palabras a tener en cuenta.