¿Qué es un YouTube Space y por qué no lo hay en España?

YouTube hace regresar a parte de sus moderadores para evitar que sus sistemas eliminen demasiados vídeos incorrectamente

| 23 SEPTIEMBRE 2020 | ACTUALIZADO: 24 SEPTIEMBRE 2020 9:05

La tecnología sigue necesitando de personas que la entrenen y supervisen a la hora de moderar contenidos para evitar resultados indeseados. Esa es la conclusión que se puede sacar de que YouTube haya convocado de vuelta a parte de los trabajadores que habitualmente afinan el trabajo de sus procesos y toman decisiones, que durante lo más duro de la pandemia estuvieron en sus casas. En su ausencia, la plataforma eliminó más vídeos que nunca exclusivamente en base al criterio de los sistemas de detección automática, hasta 11,4 millones.

Neal Mohan, jefe de producto de YouTube, ha hablado de ello en una entrevista concedida a Financial Times. En ella explica que la tecnología es muy útil para bloquear contenido en el que la ofensa o la violación de la normativa es clara, con una eficacia que resume en que “más del 50% de esos 11,4 millones de vídeos fueron eliminados sin una sola visualización y más del 80% lo fueron con menos de 10”.

El problema es la incapacidad actual de esos mismos sistemas automáticos para enfrentarse a decisiones difíciles que ponen a prueba los criterios de las personas. Aquí las dificultades oscilan entre la incomprensión del contexto cultural, la experiencia y la inteligencia de los creadores para evitar palabras, imágenes o sonidos que hagan saltar las alarmas o la complejidad a la hora de evaluar contenidos en los que concurren aspectos noticiosos o noticiables.

Como consecuencia de la mayor eliminación de vídeos de forma automática en el trimestre de confinamiento general, YouTube recibió el doble de apelaciones respecto al trimestre anterior (325.000) y cuadruplicó el número de contenidos restaurados (160.000). Sobre esta última cifra la plataforma aclaró que una parte indeterminada de esos vídeos había sido objeto de reclamación en el trimestre anterior, pero el hecho es que los falsos positivos redundan en mayor carga de trabajo para quienes tienen que revisar esas reclamaciones de los creadores.

Para algunos de estos últimos, el bloqueo de vídeos legítimos ha supuesto un problema añadido a la debacle de monetización por la retirada de presupuestos publicitarios por la crisis del coronavirus. Ahora pueden verlo más claro con la introducción de una nueva métrica que desgrana sus datos de explotación publicitaria y otras vías de financiación interna.