Crece el peso de la publicidad como fuente de ingresos de las webs piratas
En 2016 la policía detuvo a Igor Seone, administrador de Roja Directa, web que ofrecía enlaces piratas a competiciones deportivas. Su propio contable admitió en el juicio que el portal ingresaba entre un millón y dos millones de euros al mes. Su vía de financiación era la publicidad de casas de apuestas. La web pirata, que se creó en 2005, le permitió a su fundador amasar una fortuna superior a los 11 millones de euros.
Dos años después de aquel episodio, ha aumentado el peso de la publicidad como fuente de ingresos de las webs piratas. Según el último Observatorio de la Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales, el 95% de las webs piratas contenían publicidad. Esto es casi 30 puntos porcentuales más que en el estudio del año pasado.
De ellas, las casas de apuestas y/o juego online se mantienen como los principales anunciantes de este tipo de webs ilegales. Están presentes en el 68% de ellas. Aumenta la importancia de las webs de contactos o citas, que se publicitan en el 58% de los portales piratas (7 p.p. más que hace un año).
Quizá la mayor preocupación de los anunciantes por el brand safety en Internet ha propiciado que descienda la presencia de primeras marcas (productos de consumo) en las webs piratas. Aún así, todavía se insertan sus anuncios en el 26% de las webs infractoras (11 p.p. menos que hace un año).
Además de la publicidad -sobre todo, de casas de apuestas y webs de contactos-, otro de los grandes benefactores de los portales piratas son los buscadores, especialmente Google. De hecho, tres de cada cuatro usuarios accede a este tipo de contenidos ilícitos mediante alguno de los motores de búsqueda. Dentro de este segmento, el 99% de los internautas participantes en el Observatorio señalan a Google como el más usado.
Pese a que la piratería ha caído ligeramente en los dos últimos años gracias a una mayor oferta legal, lo cierto es que las webs piratas causan un lucro cesante de 1.800 millones de euros en España. Además, evita la creación de unos 20.000 trabajos en España y las arcas públicas dejan de ingresar 575 millones de euros.
