Jordi Palomar dejará JWT en el próximo mes de diciembre, tras más de diez años en la presidencia de la agencia perteneciente a WPP.
Según ha explicado el propio Palomar, “no es una decisión que tenga nada que ver con la agencia, al contrario, puede que en otra agencia hubiera decidido salir antes, es una decisión de carácter personal que pretende un cambio radical, sobre todo de ritmo y calidad de vida. Estos últimos dos años, en particular, han sido muy duros, viviendo permanentemente en Madrid y lejos de mi familia«.
“Llevo 30 años en publicidad de los que 15 han sido en cargos directivos -continúa el ya ex presidente de JWT- y tengo ganas de descansar de todo eso y cambiar de vida. No es un descanso temporal, volver a primera línea en una agencia está totalmente fuera de mi hoja de ruta, ni siquiera a J. Walter Thompson a la que he pertenecido en tres etapas de mi vida y donde he pasado mis mejores años como publicitario”.
De este modo, Palomar se despide tras una década al frente de la agencia creativa. Antes de ello, pasó por otras compañías como Tiempo BBDO, AIA, D’Arcy Barcelona o Delvico Red Cell.
El ya ex presidente no tendrá un sustituto como tal, sino que la agencia estará dirigida por una dirección coral de varios directivos.
A partir de ahora, el ex presidente de JWT vivirá permanentemente en Barcelona y se dedicará a sus negocios familiares, además de seguir como consejero en diferentes agencias y empresas del sector en el ámbito iberoamericano.
Jordi Palomar no tendrá sustituto como tal en JWT, pues la agencia ha decidido formar un comité de dirección coral, del que forman parte José Luis Bardullas como director general, Ugo Ceria como director general estratégico, José Gamo y Alex Martínez, como directores generales creativos de Madrid y Barcelona respectivamente; y Manuela Cisneros, como directora financiera España.
Problemas económicos
Como publicó DIRCOMFIDENCIAL hace menos de una semana, JWT atraviesa problemas económicos desde el año 2009, cuando absorvió a Delvico. En total, ha perdido desde ese año 8,2 millones de euros.
Bien es cierto que el año pasado logró amortiguar sus pérdidas, tras presentar unos números rojos de 1,4 millones de euros, lo que representa una significativa mejora respecto a 2014, cuando la agencia de publicidad se dejó 2,5 millones de euros.
