La importancia de presentar un CV en inglés si quieres demostrar idiomas
Encontrar un trabajo satisfactorio no es una tarea sencilla. El mercado laboral es cada vez más competitivo y obliga a exprimir a fondo recursos, aptitudes y capacidad de convicción. Uno de los elementos que se ha convertido en imprescindible es el dominio del inglés. En la actualidad, los empresarios exigen esta lengua para casi todo y los aspirantes que solo hablan español suelen quedar descartados de forma automática.
El conocimiento del inglés puede acreditarse de diversas formas: conversación, titulación académica…pero si optamos a un trabajo en el extranjero, debe reflejarse desde el primer instante, es decir, en la redacción del currículum. Un CV en inglés es la mejor demostración del conocimiento de la lengua. Denota interés y profesionalidad y además facilita la labor de los reclutadores.
Pero elaborar un CV en inglés o en cualquier otra lengua es más complicado de lo que parece. Por eso están cobrando auge páginas como OnlineCV, que ofrece plantillas y recursos para crear un CV en línea profesional y convincente. La web incorpora un apartado específico para elaborar los currículum en inglés, con información detallada sobre estructuras, lenguaje y equivalencias en los títulos académicos.
Hay que tener en cuenta que las traducciones literales no sirven; cada lengua tiene sus particularidades y es preciso conocer esos detalles para demostrar un conocimiento del idioma. Así que vale la pena aprovechar los recursos de internet para ir sobre seguro. Si queremos que nuestro CV en inglés triunfe, es mejor dejarse asesorar y utilizar las plantillas que se encuentran en la red.
¿Cómo son los CV en inglés?
La primera particularidad de los CV para países de habla inglesa es que no suelen incluir fotografía ni referencias al estado civil. Es una manera de luchar contra posibles discriminaciones motivadas por el aspecto físico, la raza, la edad o la situación familiar. Otro detalle diferencial es la estructura; los CV en inglés siguen el siguiente formato:
- Datos personales: basta con poner el nombre, el mail y el teléfono de contacto.
- Objetivo y perfil: aquí hay que describir de forma breve las cualidades profesionales que te convierten en el candidato perfecto para el puesto ofertado. También es importante explicar los motivos que te llevan a presentarte a la selección. Se trata de venderse lo mejor posible, para que el reclutador no tenga dudas de que está ante el mejor profesional.
- Experiencia profesional: debe escribirse en orden cronológico inverso, empezando por el puesto más reciente. Es importante asegurarse de que la descripción de los cargos ocupados se realiza con las palabras adecuadas. Evita las traducciones literales.
- Formación: de nuevo hay que redactar en orden cronológico inverso; los estudios más recientes van primero. Procura no equivocarte al traducir las titulaciones y apunta solo los estudios que tengan que ver con el puesto ofertado.
- Habilidades: en este apartado hay que incluir idiomas, conocimientos sobre nuevas tecnologías, intereses particulares, habilidades comunicativas, etc.
Y acabamos con cuatro consejos a la hora de redactar: pon énfasis en el objetivo, porque es lo que más valoran los reclutadores; presta mucha atención al vocabulario (hay diferencias entre el inglés británico y americano); procura utilizar términos que tengan que ver con el sector al que deseas optar y no te olvides de añadir una breve carta de presentación.