Los anunciantes no oficiales tendrán su oportunidad en los Juegos de Río
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha cambiado las normas que afectan a la publicidad en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que se celebrarán este verano.
Básicamente, el organizador de la competición posibilitará a las marcas que no son patrocinadores oficiales difundir sus mensajes publicitarios, aunque con una serie de restricciones.
Ello viene a solucionar situaciones rocambolescas que se daban en los anteriores Jugos Olímpicos y que, con el auge de los medios sociales, ya carecen de sentido.
Hasta ahora, los patrocinadores oficiales, como McDonald’s, Coca-Cola, Procter & Gamble o Visa; bloqueaban el acceso publicitario a otros anunciantes.
Esa norma, conocida como la 40 de la Carta Olímpica, generó en Londres actuaciones n tanto absurdas. Por ejemplo, se impidió a los atletas difundir en sus perfiles personales de Twitter mensajes patrocinados de marcas que no fueran las oficiales. Incluso, el personal de la Villa Olímpica se vio obligado a tapar con cintas adhesivas los logotipos de sus iPhones o iPads. En un caso similar, el corredor Nick Symmonds, tuvo que correr con una esparadrapo en el brazo para cubrir un tatuaje temporal con publicidad del perfil de Twitter de una marca. Tampoco era posible pagar con ninguna tarjeta en las instalaciones deportivas que no fuera Visa.
Eso sí, con la condición de que no se mencione en esa publicidad expresamente la competición deportiva ni su propiedad intelectual, como son los aros olímpicos o las palabras Río, Juegos, Olimpiadas, etc. En estos mismos términos, los atletas sí podrán difundir en sus redes sociales mensajes publicitarios de sponsors no oficiales.
Uno de los mayores beneficiados por esta decisión es Under Armour, marca de ropa y accesorios deportivos; que patrocina a 250 atletas participantes en los Juegos pero que no es patrocinador oficial.