Madrid adelanta a Cataluña como localización preferida para rodar anuncios
La Comunidad de Madrid ya es la localización preferida para rodar anuncios publicitarios en España, adelantando así a Cataluña, líder hasta ahora en este segmento.
Según un estudio de la Asociación de Productoras de Cine Publicitario (APCP), elaborado por Scopen, la región madrileña acogió el 41% de los días de rodaje de anuncios que se produjeron el año pasado en España, dos puntos porcentuales más que el anterior estudio, que recogía datos de 2016.
Hasta ahora, era Cataluña la comunidad autónoma preferida por las productoras para rodar las piezas publicitarias. En 2016 acaparaba más del 45% de los días de rodaje, porcentaje que ha bajado al 40% dos años después. Según Barcelona Film Commission, los rodajes de producciones publicitarias fueron el año pasado en la ciudad condal de 963, casi 30 menos que en 2016. En 2017 se quedaron 952.
Según Álvaro de la Vega, subdirector general de Régimen Jurídico y Autorizaciones del Ayuntamiento de Madrid, este auge de los rodajes en la capital durante los últimos años se debe a la «seguridad jurídica» que aporta la ciudad a las productoras. En este sentido, el Consistorio modificó el año pasado la Ordenanza de Movilidad Sostenible, que establece los criterios que marcan la concesión de los permisos para rodar, lo que ha dotado de «seguridad» al sector, según explicó el representante del Ayuntamiento. De la Vega también hizo referencia a la rapidez de gestión y flexibilidad en la autorización de los permisos.
Ello ha posibilitado que Madrid concediera el año pasado un total de 977 autorizaciones para rodar anuncios en la ciudad, lo que supone un crecimiento del 35% respecto a 2017. Según De la Vega, este aumento notable también se puede explicar por «los problemas de gestión que ha habido en otras ciudades«, de las que Madrid ha podido atraer negocio; en clara referencia a Barcelona.
Adriana Piquet, directora general de APCP, refrendó que las cifras de crecimiento de Madrid «no solo tienen que ver con la problemática de permisos en otras ciudades», sino que además citó la «buena predisposición» del Ayuntamiento de la capital «por recibirnos y escuchar nuestras problemáticas».
Es incuestionable que el rodaje de anuncios favorece la actividad económica en las localizaciones donde se producen. Como dato, el conjunto de las las productoras de cine publicitario tuvieron el año pasado una facturación bruta de 457 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 4% respecto a 2016.
Sin embargo, el volumen medio por productora ha bajado sensiblemente hasta los 4,2 millones de euros, es decir, un 7% menos que los datos de 2016.
Ello se explica fundamentalmente por la proliferación de productoras pequeñas y medianas en los últimos años. No en vano, casi la mitad de esta industria (44%) está formada por empresas que no facturan más de 3 millones de euros al año. Hace dos años el porcentaje era del 41%.
Del total de la facturación bruta generada por las productoras de cine publicitario, se ha dado un vuelco en el origen de los clientes. Si hace dos años el 62% del volumen económico procedía de clientes extranjeros, ahora es solo del 43%. Según Albert Soler, presidente de la ACPC, esto se debe a la pujanza de otros países, que se han dado cuenta de que el rodaje de anuncios lleva consigo el aumento de la actividad económica en la localización que sirve como escenario. No obstante, España sigue siendo una potencia mundial en el rodaje de anuncios, solo comparable a Los Ángeles (Estados Unidos) y Sudáfrica.
La facturación bruta de las productoras de cine publicitario creció un 4% en 2018 respecto a 2016, hasta llegar a los 457 millones de euros.
Dada la menor facturación media por productora registrada en España el año pasado, este tipo de compañías se están apretando el cinturón durante los últimos años. La inversión de esta industria ha caído un 9%, hasta los 209 millones de euros, respecto a 2016. El gasto medio por productora se sitúa en los 1,4 millones, 0,3 millones menos que en 2016.
Las partidas de inversión que más han caído han sido las destinadas a los alojamientos, que ha pasado de ser 28 millones de euros en 2016 a 13 millones dos años después. También ha decrecido el gasto en hostelería y en viajes, transporte y combustible.
La partida de gasto más importante sigue siendo, con diferencia, el alquiler de materiales, que se ha mantenido estable en los 54 millones de euros; y los derechos de imagen, voz y música, con 33 millones de euros.
Han aumentado considerablemente, eso sí, los gastos de personal, que llegan a los 207 millones de euros. Es un 9% más que hace dos años. Aunque el número de puestos de trabajo creados desciende un 12%, hasta los 100.227.
Esta diferente evolución se explica por el aumento de la contratación de personal ajeno (+7%), que es más caro que el propio, que se desploma un 42%. De hecho, de los 100.000 puestos de trabajo que genera el sector, el 74% es por cuenta ajena, 14 puntos porcentuales más que hace dos años.