Marcos de Quinto, en el Art Institute de Chicago, frente a una vidriera de Marc Chagall.

Marcos de Quinto: “Se han dicho cosas de mi salida que serían para un guión de serie de TV”

| 5 ABRIL 2017
Gabriel González-Andrío

La salida de Marcos de Quinto de The Coca-Cola Company se ha convertido en una de las noticias más comentadas en estas semanas. De Quinto anunció recientemente el fin de su etapa como vicepresidente ejecutivo y responsable mundial de Marketing del fabricante de refrescos. Lo último que se sabe es que cuando se produzca su salida definitiva deberá respetar una habitual cláusula de no-competencia para alta dirección, así que no podrá fichar por empresas como PepsiCo (eterno rival), Nestlé, Danone, Kraft Foods o Unilever, entre otras.

Como les contamos hace poco, De Quinto (ver nuestra entrevista), de 58 años de edad, asumió el cargo de director de Marketing global el pasado 1 de enero de 2015, tras liderar los negocios de Coca-Cola en España y Portugal los anteriores 15 años. En su etapa al frente de la comunicación de la marca, puso en marcha la conocida campaña “Taste the feeling”.

Su marcha pronto pasó a ser lo más comentado y entonces empezaron a aparecer declaraciones y comentarios de todo tipo. Conozco a Marcos desde hace muchos años y debo reconocer que siempre me ha atendido respetuosa y cordialmente. Siempre se me ha puesto al teléfono y me ha respondido los mails, cosa insólita en cualquier alto ejecutivo con una agenda repleta de reuniones, compromisos y viajes.

Pero, al mismo tiempo, debo reconocer que he conocido tanto a seguidores como a detractores de este profesional. Quizá sea por su exposición en redes sociales, su posicionamiento sobre temas de debate, etc. Supongo que otros -es ley de vida- no le tragan sin más, en algunos casos aún sin conocerlo personalmente. ¿Envidias? ¿Dimes y diretes? ¿Opiniones infundadas (o fundadas)? ¿Sospechas?… Ni idea. Pero una cosa está clara, De Quinto no deja indiferente absolutamente a nadie. A mí tampoco.

Tras las versiones publicadas a bombo y platillo sobre su salida de Coca-Cola hemos hablado con Marcos desde su despacho en Atlanta. Nos ha manifestado su sorpresa por algunas interpretaciones periodísticas, que considera más propias de “un guión de una serie de televisión”. Un culebrón sudamericano pegaría bastante, la verdad. Es evidente que no le han gustado un pelo alguna de las versiones aparecidas en algunos medios españoles. Sin embargo, su tono por teléfono es calmado, reflexivo y un poco de indignación contenida.

Pasen y lean. No tiene desperdicio. De Quinto en su quinta esencia. Les dejo con él y que cada cual saque sus conclusiones. Tras escucharle detenidamente, yo ya tengo la mía.

Ha salido publicada una información donde se habla de una especie de “lucha de poder” soterrada entre Marcos de Quinto y Sol Daurella. ¿Qué hay de cierto en todo esto?

Es una imbecilidad fruto del desconocimiento de cómo opera el sistema Coca-Cola. Sol es «embotellador», yo soy «compañía»; Sol es «dueña» de (parte) de su empresa y yo soy un simple ejecutivo en la mía… Mantengo con Sol una relación muy estrecha, no hay rivalidad, y además ella siempre ha querido que yo siguiera pues para el sistema español era bueno contar con un comprometido aliado en Atlanta. La historia, como guión de serie de televisión, podría tener algún interés, pero como periodismo es penosa.

¿Tampoco ha tenido nada que ver en esto la gestión que hizo de la crisis de la fábrica de Fuenlabrada (Madrid), con la petición de cierre, etc?

Vamos a ver, el tema polémico de la planta de Fuenlabrada no tenía que ver conmigo y sin embargo salí a defender a los embotelladores españoles. Creo que esto lo dice todo.

¿Es posible que alguien haya pedido “su cabeza”, como se ha sugerido?

Sí, fui yo quien la pidió. Concretamente, a James R. Quincey (nuevo presidente de la compañía) a principios de año. Él me pidió que esperara en la compañía hasta el mes de mayo.

¿También choca un poco que abandone Coca-Cola justo cuando llega un presidente con el que se dice que tiene una gran afinidad?

James y yo somos muy, muy amigos. Él sabía que mi venida a Atlanta había implicado un gran sacrificio personal para mí. Entre los dos hemos diseñado la mejor forma de proceder a mi gradual desconexión.

“En la vida hay precios que no se deben aceptar. He dado mucho a esta compañía que adoro, pero llega el momento de ocuparme de mí”.

Ante tanta rumorología, ¿nos puede explicar cuáles han sido las causas reales de su salida?

Vine a Atlanta con la convicción de que mi pareja se me uniría a los pocos meses, pero el plan se truncó. Traté de sobrellevar esa relación en la distancia pero fue imposible. Eso me ha hecho ver, aunque tarde, que en la vida hay precios que no se deben aceptar. He dado mucho a esta compañía que adoro, pero llega el momento de ocuparme de mí.

¿En qué va a consistir ese papel de asesor con el que se va a quedar un tiempo en la marca?

James me conoce muy bien, sabe que siempre aporto una visión diferente sobre los temas, y además tenemos muchos asuntos sobre la mesa mas allá de los de marketing.

Se ha escuchado que se te hizo un poco duro la estancia en Atlanta, donde a penas te mezclabas con la alta sociedad, etc. Si es cierto esto, ¿por qué decidiste actuar así?

En Atlanta me he dedicado solo a trabajar. Nunca he sido de salir de fiesta. Además tenía a mi entonces pareja a miles de kilómetros de distancia y nada más me importaba.

Sea sincero… ¿Se ha arrepentido algún día de haber cambiado España por Estados Unidos?

En lo personal, sí; pero en lo profesional este reto ha sido apasionante.

Habla de un sueldo de más de 7 millones de dólares y que tiene económicamente la vida resuelta y que se dedicará a disfrutar de aficiones, etc. Sin embargo no nos imaginamos a Marcos de Quinto fuera de la actividad mediática, la publicidad, etc.

Yo nunca he hablado de mi sueldo, me parece algo de mal gusto. Lo que sucede es que al ser Officer de The Coca-Cola Company mi sueldo se hace publico en la Security Exchange Commission (SEC) y por ello ha salido publicado. Por otra parte, no me importa como me imagine la gente, yo seguiré siendo como siempre he sido.

¿Traición?

¿Se ha sentido traicionado en esta última etapa?

Sí… traicionado por mí mismo, que no me he sabido escuchar a tiempo y me he desatendido. No me volverá a pasar.

¿Cree sinceramente que “Taste the feeling” ha conseguido recuperar la Coca-Cola clásica y ha vuelto a poner en valor la marca? ¿Hay ya datos al respecto?

Sí. Lo ha hecho y los datos son contundentes. Me siento muy orgulloso del trabajo hecho.

¿Da por cerrada para siempre tu etapa en la compañía de refrescos?

Nunca se cerrará, es algo que se lleva dentro.

La última. Pensando en un futuro próximo… ¿Se plantea la posibilidad de entrar en Consejos de Administración de empresas españolas?

Puede…