AtresPlayer supera el objetivo fijado para finales de 2022: «Somos capaces de ajustar más inversión o menos según el desarrollo del mercado»

La pandemia está siendo el gran acelerador digital. Para Atresmedia, que ha acusado en sus cuentas la caída del mercado publicitario, esta situación le ha permitido batir todos los objetivos de suscriptores que se había fijado para su servicio de televisión bajo demanda con casi dos años de adelanto.

Según los datos oficiales reportados por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Atresplayer Premium, la plataforma de pago de streaming, contaba con un total de 452.000 suscriptores al cierre de 2020. La cifra supone multiplicar por 3,6 los números de 2019, año en el que fue lanzada al mercado. Hoy por hoy la base es más amplia todavía.

«Cuando planteamos el proyecto obviamente haces una planificación de cómo crees que va a evolucionar a lo largo de los años, y la verdad pensamos que el punto en el que estamos ahora lo alcanzaríamos mucho más adelante», cuenta en declaraciones a DIRCOMFIDENCIAL José Antonio Antón, director de Programación y Negocio Digital de Atresmedia.

La previsión era alcanzar la base del medio millón de abonados para finales de 2022, a los tres años de la puesta en marcha de la plataforma. En cambio, el grupo ha necesitado poco más de un año para rozar esta cifra, lo cual no deja de ser un motivo de asombro interno. «Nos ha sorprendido mucho la velocidad en el crecimiento de suscriptores y también la valoración de la plataforma no sólo a nivel cuantitativo sino cualitativo», señala el principal responsable de AtresPlayer.

Estos números convierten al servicio de streaming de Atresmedia en una referencia importante dentro de todas las opciones que hay actualmente en el mercado, incluidas Netflix, Disney+ o Movistar+.

No obstante, de la misma forma que esta oferta de entretenimiento se ha beneficiado del distanciamiento social y confinamiento provocado por la pandemia, es de prever que a medida que la situación se normalice se encontrarán con el problema de retener a sus abonados. En este sentido, Antón reconoce que su equipo trabaja con la idea de que el streaming es una carrera de fondo. «Tendremos momentos más altos y más bajos, pero nuestra idea es que la plataforma siga creciendo en solidez».

Una de las claves de la línea ascendente de AtresPlayer se encuentra en la apuesta propia por producciones exclusivas como Veneno, Física o Química: el reencuentro o El Instante decisivo, que no sólo se encuentran entre los contenidos más visto sino que siguen atrayendo nuevos suscriptores. De ahí la importancia de refrescar el catálogo cada semana con capítulos de estreno.

«A medida que van pasando los meses incorporamos cosas nuevas la oferta es más potente. Tenemos más exclusivo que nunca y vamos dotándola de más patas, además de lo que supone formar parte de un grupo como Atresmedia», subraya a este respecto su responsable, para quien la plataforma ofrece la oportunidad de combinar estrategias de estreno con la televisión en abierto y venta de contenidos a terceros. «Somos capaces de ajustar más inversión o menos según vaya el desarrollo del propio mercado».

La plataforma de contenidos cuenta con cerca de medio millón de suscriptores.

Y aunque llevan a cabo su estrategia sin marcarse un número mínimo de producciones originales al año, Antón destaca que «no tendría sentido hacer 3.000 horas exclusivas para la plataforma porque en el fondo nuestra oferta se basa muy fuertemente en lo que producimos para televisión». Cabe recordar a este respecto que el grupo genera más de 4.500 horas mensuales para todos sus canales en abierto, contenido disponible para el usuario premium de AtresPlayer sin publicidad ni interrupciones.

Tras haber registrado un 2020 muy productivo en materia de estrenos, el objetivo de sus responsables está en ampliar aquellas áreas donde todavía hay margen para ampliar tanto el crecimiento de la plataforma como su posicionamiento. «Sabemos que tenemos que hacer unos contenidos muy seleccionados y que a la vez sean muy diferenciales y únicos, concluye Antón.