Bieito Rubido: «El Debate debe estar entre los diez principales medios dentro de tres años»

Alba Martin

Once plantas más tarde se abre la puerta y un intenso olor a nuevo nos recibe a la entrada de El Debate. Es difícil concentrarse en los detalles de la redacción con el despiste que produce el Madrid desde las alturas que se contempla a través de cada una de las cristaleras que rodean los 1.000 metros cuadrados de oficina. Lo primero que piensas: las expectativas del diario también rozan el cielo.

Al fondo ‘a la derecha’, en un amplio despacho completamente transparente se encuentra Bieito Rubido, su director «por vocación», como él mismo confiesa. Han pasado cinco días desde la primera publicación del heredero de aquel rotativo impulsado por Ángel Herrera Oria y, a pesar de que todo ha cambiado, el objetivo es el mismo: «Tener influencia en la sociedad (…) Ganar dinero para seguir editando medios, no editar medios para ganar dinero».

Así lo explica Rubido en conversación con DIRCOMFIDENCIAL, y entre influencia y dinero hay tiempo para hablar de cifras, de la competencia -«que nunca rivales»- y del turbulento contexto periodístico en el que se lanza al vacío el medio bendecido por el Papa Francisco.

¿Por qué se aventuró a ponerse al mando de un nuevo diario? 

Porque cuando uno tiene vocación… Cuando tienes vocación periodística es muy difícil que desaparezca. Llevo cuarenta años en el periodismo y, a pesar de las heridas que siempre hace una profesión tan cruel como esta, me sigue gustando el periodismo.  

¿Cuál es el objetivo principal que se plantea como director de El Debate? ¿Hacia dónde quiere que se encamine? 

Bueno, nosotros creemos que hay un hueco en medio del maremágnum de oferta que es brutal y que van a sobrevivir solo los medios que respondan a dos cuestiones. Por una parte, que tengan muy definido el hueco ideológico al que se quieren dirigir, ya que creo que hay casos muy palmarios que están ahora y se diferencian entre los que son influyentes y los que no son influyentes. Así que, tienes que tener muy claro a quién te quieres dirigir y hacer un periódico para ellos y, por otro lado, asegurarte de que la estructura sea viable. De aquí a 2030 los modelos de estructuras muy pesadas van a entrar en una crisis que les puede hacer implosionar. 

«Queremos llegar a final de año con 150.000 usuarios únicos».

¿Cómo se estructura este medio? Partir de una base de 60 redactores es ambicioso… 

Hay dos secciones que consideramos estelares. Ahora mismo está una más desarrollada que la otra, pero se igualarán las dos, y son España y Economía. Luego hay un gran cajón de sastre que es Actualidad, donde entran muchas otras secciones clásicas. Después, tenemos otras tres a las que damos mucha importancia, que son Familia, Religión y Cultura. 

Al parecer quiere hacer “tres cierres” diarios… ¿A qué se refiere con esto? 

Puede que esa no sea la expresión. Realmente nosotros hacemos tres reuniones al día para ver lo que llevamos y los temas que vamos a subir. El último es para preparar todas las piezas del día siguiente. Es como si se llevaran a cabo dos refrescos y un cierre. Luego por la noche se quedan tres ‘portadistas’ nocturnos y un subdirector que se queda hasta las cuatro de la mañana y luego a las seis viene otro. 

Por otra parte, el tema de los muros de pago… No los quiere ver ni en pintura ¿Por qué? 

No. Los muros de pagos se deberían haber puesto al principio del todo. Tenía que haber habido un gran pacto entre todos los editores y haber planteado implantar el muro de pago con el arranque de las versiones web. Ahora la gente se ha acostumbrado y los muros de pago son un fracaso en el mundo entero. 

El caso del Financial Times o del propio New York Times es diferente. Lo que ofrecen es, por bastante dinero, contenidos que son realmente premium y exclusivos, pero lo que no te cobran es por darte una información como de que el Tribunal ha dicho no sé qué…. Por eso no te cobran. Aquí nos estamos encontrando con gente que está cobrando por cuestiones sin valor añadido, entonces te encuentras con que la gente no se apunta. 

«El 70% del sistema mediático español hoy tiene una visión de la vida y del mundo desde la izquierda. Hay una oportunidad para que un medio haga esa óptica desde la derecha».

El palo que se han llevado muchos periódicos, algunos con caídas de hasta un 25% por el muro de pago es brutal. Yo siempre dije que si nosotros tenemos una posición ya buena sin cobrar… No tiene sentido. Creo que hay que desarrollar valores añadidos y siempre dije que me apuntaba mucho más al ‘modelo Netflix’ de los periódicos y dar contenidos exclusivos. 

La versión que los apoya se escuda en que se ha malacostumbrado a la sociedad a la cultura del ‘todo gratis’… 

Y es cierto. Pero se tenía que haber hecho al principio, y si no lo hicimos… Desde mi punto de vista, las estrategias ganadoras consisten en hacer cosas distintas a los demás. Por mí cuanto más se empeñen todos en poner muro de pago mejor. 

Y al accionista único de El Debate, es decir, la Asociación Católica de Propagandistas, ¿le interesa más la rentabilidad económica del medio o tener influencia sobre la sociedad? 

Clarísimamente quieren tener influencia sobre la sociedad. Pero para que eso sea viable a largo plazo tiene que ser rentable. Es decir, de alguna manera tenemos el mandato moral de ser rentables, pero porque la rentabilidad nos garantiza futuro y nos garantiza libertad. Ellos quieren influir y a mí me parece muy noble. En realidad, ellos quieren ganar dinero para seguir editando medios, no editan medios para ganar dinero. 

¿Cree que hacen falta más medios ‘de derechas’ en este país? 

Sin duda. En Occidente en general se ha dejado la visión de la sociedad en manos del paradigma de la izquierda. El 70% del sistema mediático español hoy tiene una visión de la vida y del mundo desde la izquierda… Tan respetable como desde la derecha. Pero precisamente por eso creo que hay una oportunidad para que un medio pueda hacer esa óptica desde un ángulo de la derecha.  

«Hemos sido muy silenciosos, pero deliberadamente. Pensamos que la estrategia era mejor así en vez de crear falsas expectativas o hacer demasiado ruido».

La derecha prefirió el negocio, las empresas o la economía; y la izquierda ha preferido el relato, la historia, las ideas y la cultura. Ahí es donde está el hueco. 

Respecto al contexto… El medio llega justo en un momento de muchísimo movimiento, en especial en el panorama digital ¿Cómo puede afectar esto al despegue del diario? 

Yo creo que cada uno hizo su peripecia por su cuenta y riesgo y yo creo que unos no sabíamos de otros. Nos fuimos enterando después del verano. Además, son proyectos distintos. El Periódico de España es una gran organización, es Prensa Ibérica, tienen mil periodistas en toda la organización, cabeceras en media España, tiene mucha potencia económica y mucha experiencia en el sector. 

Nosotros tenemos nuestras virtudes, confiamos en ellas y las vamos a poner en marcha y yo tampoco me fijo… La clave del corredor de obstáculos consiste en no mirar para el lado, porque si miras te caes. Yo no voy a mirar tampoco a los lados. Evidentemente me leo la prensa y hago repaso todas las mañanas y tardes a los medios. Pero, desde el punto de vista empresarial no nos podemos obsesionar con nuestros competidores… Que no rivales. 

«Los muros de pagos se deberían haber puesto al principio del todo. Ahora la gente se ha acostumbrado y son un fracaso en el mundo entero». 

Dice que son proyectos distintos. Esto se ha notado también en la ‘promoción’. Los de Garea están haciendo mucho ruido antes de arrancar y, sin embargo, parece que de El Debate se ha empezado a saber una vez puesto en marcha. 

Sí. Hemos sido muy silenciosos. Ha sido un silencio deliberado, pensamos que la estrategia era mejor así en vez de crear falsas expectativas o hacer demasiado ruido. Queríamos que cuando la gente oyese “El Debate” pudiese buscarlo en Google y verlo, no encontrarse una página en blanco. Por eso la propia campaña de publicidad ha empezado cuando el periódico ya había arrancado. Tenemos ya otras experiencias de muchos medios que crean mucha expectación y luego defraudan. 

Es una cuestión de pico pala y de consolidación poco a poco a lo largo de los meses. Lo bonito es ir viendo como aumenta el número de páginas vistas, de seguidores en las redes sociales… 

En cifras, ¿cuál es la meta a corto plazo? 

Queremos llegar a final de año con 150.000 usuarios únicos. La clave está en estar entre los diez principales medios dentro de tres años.