El País apuesta por un muro de pago que no penalice la publicidad

El País no revela sus cartas sobre la estrategia que pretende seguir en su apuesta por la suscripción. Su directora, Soledad Gallego-Díaz, participó este martes en un desayuno organizado en Madrid por el Foro Nueva Comunicación y no ofreció muchos detalles sobre las fechas de lanzamiento del proyecto o el modelo en el que están trabajando.

“Aún no puedo darles una fecha para el muro de pago o cuántos artículos serán de acceso libre o cuánto será el precio de la suscripción, pero estamos seguros de que es nuestro futuro y de que deberá ser compatible con un sistema en abierto suficiente que permita la publicidad”, declaró Gallego-Díaz, por lo que apuesta por compaginar las suscripciones con contenidos en abierto que generen ingresos publicitarios. Al menos durante la primera fase del proyecto.

Sí dejó claro que, desde su óptica, los muros de pago y las suscripciones para acceder a sus informaciones son “el camino imprescindible para asegurar nuestro futuro”. El País, que está llamado a ser el próximo legacy media en dar el paso próximamente, confía en obtener “más ingresos por suscripción de pago que por cualquier otro método”.

Internamente debaten cuál debe ser el modelo actual. La mayoría parece decantarse por un paywall metered que permita el acceso gratuito a un número limitado de contenidos al mes. Un debate pertinente y que tiene que ver con la posición de ventaja que ocupa Prisa Noticias en el entorno digital, segmento que ya representa el 57% de la facturación publicitaria del grupo.

En este sentido, su directora reconoció que “hemos avanzado en el estudio de las necesidades de nuestros lectores, tanto en objetivos informativos como en mecanismos de verificación y calidad; hemos puesto en marcha mejoras en la búsqueda de nuevos modelos narrativos, con un desarrollo visual más rápido y más potente, y hemos dedicado bastante atención al mejor aprovechamiento de las bases de datos”.

Respecto al periodo de maduración que requerirá el modelo una vez puesto en marcha, Soledad-Gallego reconoció que “los dos próximos años serán decisivos” para avanzar en esta senda, sobre todo por la necesidad de sostener la “independencia e imparcialidad” del rotativo.