El periodismo de investigación, la Policía y un diálogo para mejorar su entendimiento

| 17 SEPTIEMBRE 2021 | ACTUALIZADO: 20 SEPTIEMBRE 2021 8:56

El punto de partida de la jornada organizada por Unidad Editorial sobre periodismo de investigación era una ristra de preguntas comunes de difícil respuesta: ¿Es posible el entendimiento entre policías y periodistas? ¿el periodismo de investigación puede ayudar en una investigación policial, o la entorpece? ¿cómo afectan los casos muy mediáticos a los investigadores de la Policía?

Sin embargo, una vez concluido el diálogo entre el comisario de la Policía Nacional Pedro Agudo, responsable de la investigación del conocido como caso Samuel, y el periodista de El Mundo Pablo Herraiz, las cuestiones estaban resueltas y habían compuesto la estructura de la armonía entre una y otra profesión.

Una de las conclusiones extraídas de la breve convocatoria es que sí. Efectivamente los periodistas y los policías pueden llegar a hacer un buen equipo siempre y cuando se perciba una confianza bidireccional y se tenga en común al menos un objetivo, y no es otro que permitir que la investigación llegue a buen puerto y se haga justicia.

Los ciudadanos acostumbran a mostrarse más cercanos a dar un testimonio a la prensa cuando se trata de delitos contra el patrimonio.

Asimismo, el periodista afirmaba que sería necesario “dar clases” sobre cómo tratar al otro gremio puesto que la desconfianza es palpable en muchas ocasiones, tanto cuando el comunicador solicita unos datos como cuando un agente de forma voluntaria cuenta algo a un periodista, ya que siempre hay ‘fantasmas’ mentales que invitan a pensar en los intereses ocultos tras las acciones del otro.

Pero, en este sentido, tal y como afirmaba Herraiz, en muchas ocasiones las intenciones inmediatas son muy diferentes entre unos y otros profesionales. Mientras que a menudo a los agentes les conviene que los avances de la investigación y las nuevas pistas no salgan a la luz para evitar ‘males mayores’, a los periodistas les interesa publicar todas las novedades del caso a la mayor brevedad posible.

Además, a esto se le suma, como ambos mencionaban en la charla, las lagunas existentes entre el derecho a la información y el secreto profesional. “Por un lado, ni el policía ni ninguna institución puede obligar al periodista a no dar esa información cuando la tiene, pero siempre hay puntos intermedios según el caso…”, afirmaba Agudo.

En lo que se refiere a si el periodismo de investigación puede ayudar en las pesquisas policiales, el propio comisario ha destacado que en varias ocasiones sí que ha otorgado declaraciones y fuentes con las que la Policía no contaba en ese momento, e incluso se han aportado pruebas audiovisuales -como un vídeo más nítido por parte de un digital en el caso de Samuel- que han logrado esclarecer los hechos.

En el caso de los testimonios, los protagonistas explicaban que los ciudadanos acostumbran a mostrarse más cercanos a dar un testimonio a la prensa cuando se trata de delitos contra el patrimonio -como son los casos de estafas- que cuando se producen delitos contra la vida.