Iberia prescinde de la prensa de papel en sus vuelos

| 20 AGOSTO 2019 | ACTUALIZADO: 22 AGOSTO 2019 9:07

El cuarto poder cada vez se ve menos representado en una prensa de papel que sigue reduciendo su difusión y sus ventas. En España su debilitamiento ha llevado a que actualmente El País sea el único que se mantiene por encima de los 100.000 ejemplares dentro de los diarios generalistas.

A esta situación de deterioro ha contribuido su pérdida de influencia respecto a la prensa digital y su menor presencia en espacios públicos y privados. Los aviones de Iberia son el último lugar de donde han desaparecido.

Atendiendo a razones de sostenibilidad, la aerolínea ha dejado de repartir prensa en papel en sus vuelos. Desde el 1 de julio su servicio habitual de prensa a bordo ha pasado a ser exclusivamente digital, «mucho más sostenible».

La compañía explicaba en su web corporativa que esta medida se enmarca dentro de un programa de iniciativas con las que busca ser más sostenible y  «volar más limpio».

Según las estimaciones realizadas por Iberia, la sustitución de la prensa de papel por digital permitirá consumir 640 toneladas de papel menos al año, que se traducen en mucho menos peso en los aviones. Esto se traduce en un menor consumo de combustible y la no emisión de «más de 615 toneladas de CO2» al año.

En su lugar, el acceso a la prensa en los vuelos de Iberia se hará a partir de ahora a través de su aplicación. De esta manera el pasajero seguirá teniendo acceso a todos los periódicos y revistas que se daban gratis a bordo.

La iniciativa impulsada por Iberia plantea un cambio drástico en este tipo de servicios, al que las compañías de transporte destinan cantidades millonarias anualmente. Sin ir más lejos, hasta el año pasado Renfe gastaba 4 millones de euros en la compra de periódicos, tanto nacionales como regionales, locales e internacionales; para que sus clientes puedan leerlos en el tren

En 2018 la empresa pública adquirió alrededor de 600.000 ejemplares de El País tras alcanzar un acuerdo de casi un millón de euros con su editor, el grupo Prisa.