La Casa Blanca da su primer pase permanente a un periodista independiente que vive de Substack

| 9 JUNIO 2021 | ACTUALIZADO: 9 JUNIO 2021 17:31

Hunter Walker acaba de lograr un nuevo hito para los profesionales que deciden dar el paso de salir de un medio y establecerse por su cuenta sobre la base de su trabajo en Substack. Ha confirmado en Twitter que ya tiene un hard pass, que es como se conoce a la acreditación que da acceso a los periodistas al Ala Oeste de la Casa Blanca, y la ha recibido como profesional autónomo y fundador del boletín de pago especializado en política The Uprising.

Este reconocimiento sin precedentes viene avalado por los más de cuatro años que Walker pasó como corresponsal en ese mismo destino para Yahoo. Terminó ese periplo en abril de este año precisamente con la intención de establecerse por su cuenta y ha tardado pocas semanas en renovar el acceso al centro del poder de EEUU. Uno de los motivos que le impulsó a iniciar su propio proyecto es la intención de cubrir aspectos que con frecuencia pasan desapercibidos en los titulares y enfoques de medios convencionales.

La aventura en solitario de Walker tiene sus complicaciones en cuanto al encaje en las normas tradicionales de la asociación de periodistas que cubre la Casa Blanca (WHCA). Según los estatutos de ese colectivo, la pertenencia requiere un trabajo mayoritariamente dedicado a la cobertura de la actualidad que se deriva de ella, algo que The Uprising no cumple por su rango más amplio de temas. En todo caso, el protagonista reconoce que “para bien o para mal, algo bueno de la Casa Blanca es que siempre ha tenido una política de permitir la entrada en la sala de prensa a personas de medios diversos”.

Hunter Walker se ha convertido en el primer periodista que mantiene por su cuenta un proyecto en esa plataforma en recibir acreditación para la Casa Blanca.

El caso del nuevo corresponsal es especial en la medida en que se trata de un solo periodista, pero no es el primero en cuanto a reconocimiento del trabajo en Substack. The Dispatch tiene igualmente acceso al Ala Oeste y es el caso más exitoso de esa plataforma en términos de publicación con cierta estructura, ya que actualmente cuenta con una plantilla de una veintena de personas. En septiembre del año pasado acreditaba en torno a 100.000 suscriptores, 18.000 de ellos de pago, tras haberse lanzado en enero. Y en su primer año de vida ha facturado unos dos millones de dólares, la mayor parte vía suscripciones.

Según Walker, “estamos en una fase en la que Twitter, Substack y todos esos servicios han democratizado la distribución. Ahora se trata más de la reputación de un trabajador individual y de la calidad de su trabajo”. El fenómeno de periodistas que abandonan medios para probar suerte por su cuenta se ha ido consolidando como tendencia en EEUU y ha convertido a Substack en algunos casos en un nuevo competidor por ese talento.