La industria audiovisual ya ingresa más por las cuotas de abonados que por la publicidad

| 30 MARZO 2021 | ACTUALIZADO: 31 MARZO 2021 14:28

2020 fue un año de aceleración de tendencias en el mercado publicitario español. La publicidad digital ya se ha consolidado como la preferida para los anunciantes, que depositan una mayor inversión en ella que en el conjunto de los medios offline. Y es que el año pasado soportes como la televisión, la radio o la prensa sufrieron un desplome de los ingresos por anuncios, lo que ha provocado reducir su cuota en el mercado publicitario.

Según últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) -difundidos la semana pasada-, la publicidad supuso el año pasado en la industria audiovisual española 1.807 millones de euros. Es un 16,8% menos que en 2019.

Debido a esta gran caída, los ingresos por las cuotas de abonados a las televisiones de pago fueron por primera vez en nuestro país superiores a la publicidad. Por este concepto, las operadoras recibieron 1.917 millones de euros. Cifra que también supone una caída respecto al ejercicio 2019 (-6,5%), pero mucho menor que la sufrida por la publicidad. No obstante, hay que tener en cuenta en este punto que la CNMC no controla los ingresos de actores muy relevantes, como Netflix, HBO o Amazon Prime Video.

Como consecuencia del hundimiento del mercado publicitario en televisión en 2020, nunca ha habido tanta diferencia entre los ingresos de las televisiones en abierto y las de pago. Estas últimas obtuvieron 675 millones de euros más que las primeras (2.114 millones vs. 1.438 millones). Este gap de ingresos entre televisiones de pago y en abierto no ha parado de crecer año a año desde 2015, que es cuando se produjo el sorpasso.

Con gran diferencia, el primer gran operador del mercado audiovisual en España es Movistar+, que ingresó el año pasado 1.594 millones de euros, gracias fundamentalmente a sus 3,9 millones de abonados. Es una cifra de negocios un 8,2% inferior a la registrada en 2019. De todos los grandes operadores, pese a esta caída importante, la filial de Telefónica es el que menos sufrió el año pasado los embates de la crisis.

Peor le fueron a Atresmedia y Mediaset, cuyos ingresos dependen en gran medida de la publicidad, aunque bien es cierto que están diversificando sus fuentes de negocio. Según los datos de CNMC, la primera de estas empresas ingresó el año pasado 643 millones de euros (-14%), mientras que la segunda se quedó en 603 millones (-18%).

Las operadoras controladas por la CNMC ingresaron 1.917 millones de euros por las cuotas de sus abonados, frente a los 1.807 millones que produjo la publicidad.

El cuarto operador del mercado audiovisual fue Vodafone, con unos ingresos de 2020 de 184 millones de euros, un 8,5% menos (1,6 millones de abonados). Después está Orange, con 146 millones (-6,9%), que adelanta a la SER (121 millones), que sufrió un recorte de sus ingresos del 26%.

En total, la industria audiovisual produjo unos ingresos el año pasado (sin contar subvenciones) de 3.852 millones de euros, lo que implica un retroceso interanual del 11,5%.