La plantilla de Promecal se prepara para unas navidades en pie de guerra
El final de año promete ser turbulento en Promecal. Tras meses de infructuosas negociaciones para la creación de un convenio colectivo propio, los trabajadores del grupo en manos de Antonio Miguel Méndez Pozo han decidido pasar a la acción y comenzar movilizaciones.
Fuentes sindicales explican que la semana pasada la representación legal de la plantilla dio por finalizadas las negociaciones con Promecal tras constatar la «falta de voluntad y compromiso» para llegar a una situación beneficiosa para las dos partes. Argumentan que la empresa ha incumplido el acuerdo al que llegaron el pasado 15 de mayo, cuando se comprometió a aplicar una «mejora real» sobre el convenio estatal de prensa diaria.
El nuevo marco laboral bajo el que se rigen las condiciones del sector de prensa establecía un incremento salarial del 2% anual en el nivel salarial más bajo. Los responsables de Promecal acordaron por escrito una subida retributiva por encima de lo establecido en el convenio, supeditada a que la empresa registrara ciertos beneficios.
Pero las negociaciones apenas fructificaron, pese a que los resultados económicos del grupo eran positivos, llegando a alcanzar los 4 millones de euros de facturación anual en cabeceras como El Diario de Burgos. Así pues, «ante la negación de la empresa a abordar cuestiones consideradas imprescindibles por la parte social», esta considera necesario «llevar a cabo acciones que demuestren el malestar de los trabajadores por la carencia de interés del Grupo Promecal en cumplir con lo prometido».
Mientras la empresa no acceda a retomar las conversaciones atendiendo las exigencias de una plantilla compuesta por más de medio millar de trabajadores, proponen llevar a cabo medidas de presión que auguran unas navidades tensas en la compañía editora.
Por un lado, la semana pasada se celebró el primer viernes negro, jornada en la que los trabajadores asisten vestidos de negro a sus centros de trabajo y los lugares donde se les envía a desarrollar su labor informativa. Además, también se pretende que las noticias se publiquen sin firmas.
A esta huelga de firmas, que pretenden convertir en indefinida a medida que avance el calendario, la plantilla se plantea reclamar todos los días de descanso por la falta de personal en plenas fiestas. «Proponemos que todos los trabajadores pida todos sus días libres acumulas y de vacaciones pendientes para navidad, del 23 de diciembre al 6 de enero», indican desde CCOO.
En tercer lugar, los sindicatos reclaman no asistir a ningún evento organizado por la empresa. Y si todo lo anterior no hiciera reflexionar a la empresa, se plantean convocar una huelga antes de fin de año.