Los accionistas de Mediaset España aprueban la absorción por su matriz italiana MFE

Sin sorpresas, los accionistas de Mediaset España han dado luz verde a la fusión por absorción por parte de su matriz italiana MFE con «mayoría suficiente» para la creación de un proyecto de televisión paneuropeo. La Junta extraordinaria celebrada esta mañana también ha aprobado una previa segregación de casi todo su patrimonio a favor de su filial participada, Grupo Audiovisual Mediaset España Comunicación, para preservar el negocio y organización empresarial en nuestro país.

El presidente de Mediaset España, Borja Prado, defendió que la fusión es «el cauce más seguro para la pervivencia de la compañía«, orientada a posicionarse a la altura de los actuales operadores globales. Con esta fórmula, confía en «encontrar nuevas oportunidades de negocio» a las que ya acceden productores de contenidos estadounidenses o cadenas de televisión de pago que «vienen beneficiándose de su alcance paneuropeo». «Frente a ellos —dijo Prado— las únicas excepciones en el sector de los medios han venido siendo los operadores de televisión en abierto que han actuado tradicionalmente en mercados nacionales«.

Prado también ha dedicado palabras de agradecimiento a su antecesor, Alejandro Echevarría, y al exconsejero delegado, Paolo Vasile —presente en la Junta—, a quien ha descrito como «el inspirador e impulsor de un modelo de televisión independiente plural, novedoso y provocador que ha colocado a la compañía en el liderato de las audiencias y de la facturación publicitaria durante muchos años».

En la Junta ha intervenido un accionista, José Antonio del Barrio Colmenarejo, reprochando que están actuando «como comparsa» de Berlusconi y que en este proceso no se ha tenido en consideración a los accionistas minoritarios. «Como accionista minoritario me siento engañado frustrado y desencantado con ustedes. No han estado a la altura para defendernos de los italianos», ha lamentado. Ha criticado que en 2017 la acción costara 10 euros, y que, desde entonces se haya minusvalorado un 61%.

Prado le ha respondido que «todos hemos sufrido esa pérdida durante varios años, pero yo le diría que ha sido debido a las circunstancias del mercado en todo caso».

El proceso de fusión, que se prevé que se efectúe en un mes, ha contado con el asesoramiento de las entidades Deutsche Bank y Santander, la consultora Grant Thornton y el despacho jurídico Garrigues.