Los sindicatos leen la cartilla a Rosa María Mateo tras seis meses en el cargo

Este 30 de enero se cumplen seis meses desde que Rosa María Mateo tomara posesión del cargo de administradora única provisional de Radiotelevisión Española (RTVE). Tras cumplirse ampliamente el periodo de gracia, los sindicatos han adoptado una posición cada vez más crítica ante sus decisiones en la gestión de la corporación, así como en los resultados.

Los comunicados de protesta se suceden prácticamente a diario. Uno de los que se ha mostrado más incisivo es USO, que en las últimas semanas ha reprochado la falta de transparencia de la dirección en cuanto a nombramientos y relevos, las «discriminaciones» en los pagos a tertulianos y colaboradores, o el silencio del Consejo de Informativos ante el «amarillismo» con el que la cadena pública ha cubierto el caso Julen.

Una crítica a la que también se ha sumado Comisiones Obreras (CCOO) expresando su rechazo a la forma en que TVE ha aprovechado el suceso para rentabilizar la audiencia. «El modelo público de RTVE en nada debe parecerse al que gobierna en las corporaciones privadas».

Para evitar casos similares en un futuro, CCOO ve necesario «elaborar un protocolo específico que señale cómo actuar ante sucesos como el de Totalán». Este sindicato ya elevó la voz hace una semana para manifestar sus dudas sobre la labor realizada por Mateo y el resto del equipo directivo en este tiempo.

La última de las cargas tuvo lugar este lunes, cuando UGT aseguró que la actual dirección no había determinado todavía a qué destinará los 33 millones de euros de dotación extra con los que contará RTVE en su presupuesto para este año. «Resulta lamentable que cuando la parte social pregunta por este dinero a la dirección y cómo se va a utilizar no reciba más respuesta que un ‘ni idea'».

UGT asegura que la actual dirección no había determinado todavía a qué destinará los 33 millones de euros de dotación extra con los que contará RTVE

Las quejas al desempeño de Mateo como administradora única y provisional suelen ser el denominador común. El Sindicato Independiente manifestaba el pasado 11 de enero que su gestión estaba siendo un «auténtico fracaso» al dejar «las audiencias y el prestigio de RTVE por los suelos».

Con la misma rotundidad, UGT calificaba de suspenso el medio año que lleva la periodista al frente de RTVE. «Ha conseguido colocar a la empresa y a sus trabajadores y trabajadoras en el peor de los escenarios posibles: más opacidad en la gestión, más privatización de programas, pérdida del liderazgo de los Informativos, caída peligrosa de audiencias de los programas, enfrentamiento permanente con los departamentos estratégicos de TVE, desprecio a los representantes de los trabajadores, etcétera, etcétera».

Su lectura de cartilla no queda ahí, sino que afea su trato con los profesionales de la corporación, «humillante en demasiadas ocasiones, llegando a proferir términos ofensivos como ‘vagos’ o ‘incapaces'». En ese mismo texto UGT apuntaba a que la relación entre comités y Mateo no era especialmente buena. A este respecto, CGT apuntaba a mediados de enero que en una reunión con la máxima responsable fueron acusados de «estar en contra de la empresa».