Torrespaña se rebela contra la situación insostenible de RTVE

Los últimos cambios ordenados por la administradora única Rosa María Mateo en la cúpula de Radio Televisión Española (RTVE) han hecho reaccionar a una plantilla hastiada por la situación de provisionalidad que vive la corporación desde hace más de un año.

Curiosamente, el movimiento que ha motivado el sentimiento de protesta entre los trabajadores de la cadena pública ha sido la designación de Enric Hernández como director de Información y Actualidad. Una figura de nueva creación que sitúa al ex director de El Periódico en la parte alta del organigrama, por encima de las actuales jefaturas de Informativos de televisión, radio e Internet.

Hernández se pone al frente del contenido informativo meses después que Mateo barajara su nombre para asumir la dirección de TVE. También hace exactamente un mes desde que se conociera la puesta en marcha del Plan de Servicios Informativos Siglo XXI, un proyecto a medio y largo plazo que busca reubicar a todos los profesionales en Prado del Rey.

Así pues, el momento en que se ha producido el fichaje del periodista no podía ser menos oportuno, dado el ambiente de crispación que se ha ido generando. El Consejo de Informativos ha acogido con ‘cautela’ esta decisión. «Tenemos dudas con respecto a la relación orgánica del nuevo director de Información», manifestaba el órgano hace unos días en relación a la larga etapa de provisionalidad y a su falta de experiencia en el campo audiovisual.

La reacción de los trabajadores de RTVE ha sido volver a convocar los Viernes Negros. Estas jornadas de protesta se sucedieron durante doce semanas para reclamar la renovación del consejo de administración. El acuerdo alcanzado por parte de los grupos parlamentarios hace un año para impulsar el concurso público sirvió para que se cancelaran estas movilizaciones.

El pasado viernes la plantilla de Torrespaña votó a favor de reactivarlas, motivada precisamente por la elección de Hernández. Las quejas, no obstante, vuelven a dirigirse al momento que atraviesa RTVE, sin un órgano de gobierno estable ni Comisión de Control Parlamentario.