UTECA vuelve a situar el problema de RTVE en su plantilla y no en la falta de publicidad

Es a partir de 2007, con su paso de ente a corporación, cuando Radio Televisión Española (RTVE) empieza a sentir como un defecto su naturaleza de carácter público. La aprobación de la Ley de Financiación (2010) -que ponía fin a la vía de la publicidad- abrió el desafío de cuadrar sus cuentas, pero han sido las sucesivas reducciones del presupuesto del Gobierno lo que ha complicado todavía más la tarea. Un equilibrio en la cuenta de resultados con el que, según anunció hace unos meses la corporación, cerró 2016 por primera vez en seis años.

Su condición de corporación pública da pie a que tanto dentro como fuera del sector siempre se tenga una idea formada sobre las posibles reformas que, más pronto que tarde, deberán abordarse dentro de RTVE. Dadas las estrictas restricciones de su financiación, hasta ahora se han manejado fundamentalmente dos medidas: devolver la publicidad a todos los canales de la corporación o realizar una reestructuración de la plantilla por medio de un ERE como el de 2006.

Entre estas dos opciones, la patronal de las televisiones privadas UTECA siempre se ha posicionado a favor de adelgazar la estructura de TVE, ya que una vuelta a la publicidad obligaría a repartir entre la misma tarta. Esta semana su presidente, Alejandro Echevarría, ha vuelto a plantear esta solución como la única posible a los problemas que padece la corporación.

En una entrevista concedida a ABC y realizada por Giuseppe Tringali, el que fue presidente de Publiespaña, Echevarría declara creer en la defensa de una televisión pública en España que, eso sí, «sea de calidad, esté bien financiada y organizada». En este punto abre la veda y asegura, como en anteriores ocasiones, que el problema de RTVE está en los gastos y no en los ingresos. En su opinión, resulta imposible operar en el mercado actual con una plantilla en la que «el número de personas es exactamente el doble que la suma de los dos operadores privados más relevantes».

A finales del año pasado, la plantilla actual de RTVE estaba compuesta por 6.337 trabajadores, de los cuales unos 5.852 tienen un contrato fijo y el resto de tipo eventual. Cifra que efectivamente representa el doble que los que emplean Atresmedia (1.800 profesionales) y Mediaset (1.266) juntos. La masa salarial bruta de 2015 ascendió a los 306,4 millones de euros, sin contar indemnizaciones ni pagos a la Seguridad Social. Este coste supone el 42,78% del presupuesto total de la corporación, cifra que sirve de pretexto a Echevarría para destacar el exceso de gasto «no se hace en programación ni en contenidos».

Bajada de precios

Sobre el debatido sistema de financiación, asegura, como en otras ocasiones, que no hay ningún problema y que la vuelta a la publicidad no mejoraría su situación, sino que afectaría negativamente al mercado al provocar una bajada en los precios.

No obstante, la de UTECA no es la primera voz que plantea la necesidad de acometer un nuevo ERE en RTVE. La SEPI (la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), abría la puerta a este desafío en un informe revelado el pasado verano. En sus páginas apostaba por una estructura más simple al tiempo que criticaba el actual modelo de financiación de “rígido, inestable, y poco operativo”.

Abogaba, en fin, por una plantilla más ajustadas a las necesidades de producción, pese a que los comités de RTVE han denunciado en varias ocasiones la carga de trabajo de los empleados. Pero la medida no fue a más, o por lo menos así se lo explicó el Gobierno a un diputado de Compromís hace unas semanas cuando éste preguntó sobre el posible ERE. “La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales no tiene previsto, actualmente, ejecutar o proponer un ajuste laboral sobre la plantilla”, zanjaba la respuesta.