Tres historias inspiradoras que encontraron su futuro profesional en IFEMA Madrid
Un restaurador, una periodista y una tatuadora. Ellos tres son ejemplos de esas “vidas tocadas” por IFEMA Madrid, pues encontraron el empuje para desarrollar sus negocios asistiendo a una feria o un evento.
Hay vocaciones que se despiertan de la manera más inesperada. A la periodista Ana Romero (A Coruña, 1988) le ocurrió tras la asistencia a una charla en IFEMA Madrid. Siempre le había gustado la comunicación, sabía que tenía un don a la hora de hablar en público, pero ese día lo vio claro: “Fui a escuchar a grandes ponentes y me dije: ‘Yo también quiero estar ahí, frente a esta gente, transmitiendo mi conocimiento, quiero ser una referencia”. Ese mismo año, en 2019, abrió su escuela de comunicación y oratoria, Star Words, para enseñar a la gente a perder el miedo escénico y hablar frente a otros.
El caso de la joven gallega es una de esas Vidas tocadas por IFEMA Madrid, ejemplos de personas que llegan hasta aquí con la idea de buscar una luz en su carrera profesional y terminan no solo encontrándola, sino superando sus expectativas. “Imparto mis clases en inglés, ayuda a coger más confianza en ti mismo”, explica. Ana arrancó su sueño profesional a través de la inspiración que encontró en una de las más de 100 ferias y congresos y más de 600 eventos profesionales que se celebran al año en IFEMA Madrid. El lugar donde todo ocurre y cualquiera puede encontrar nuevas ideas, inesperados contactos laborales y soluciones reales para el desarrollo de su negocio o su talento, sea cual sea el ámbito profesional al que te dediques.
“IFEMA MADRID me encanta por la variedad de propuestas que tienen, es un recinto que abarca todo tipo de disciplinas y para todo tipo de público, desde el infantil, al juvenil o el de negocio”, explica la periodista. “Para mí fue mi trampolín, donde decirme ‘yo puedo’; si no hubiera ido a IFEMA Madrid a esas charlas, a lo mejor no me hubiera dedicado a esto”.
Un cambio de vida y un negocio propio
El caso de Iván Craninx (Málaga, 1992), como el de Ana Romero, es cuanto menos inspirador. Este joven llegó a Madrid en busca de alguna idea de negocio con el que siguiese la estirpe familiar de “ser empresario”. Había oído hablar de la cadena de restaurantes tailandeses PadThaiWok y su sistema de franquiciados, pero realmente no pensó que este podía ser su futuro inmediato hasta que no acudió a Expofranquicia, el salón internacional donde se citan las grandes empresas del sector. Ese día, se convirtió en una Vida tocada por IFEMA Madrid, encontró la inspiración.
“Me paseé por varios stands y vi el de PadThaiWok, y justo el día anterior habíamos estado hablando de ellos, así que solicité información y me lancé”, explica. Hoy, tiene dos restaurantes en el centro de Madrid, uno en el barrio de Malasaña y otro en La Latina, y 20 trabajadores a su cargo. “Aquella visita a IFEMA Madrid cambió mi vida”, añade.
“Vivir el momento” en IFEMA MADRID
Existen miles de Vidas tocadas por IFEMA Madrid entre los cerca de cuatro millones de personas que visitan cada año el recinto ferial. También vinculadas al ocio y, por ende, a la creatividad. El caso de la tatuadora Tamy Love (Madrid, 1985) es una de las historias más emotivas que se gestó en el Festival de Tendencias Urbanas, Mulafest, de IFEMA Madrid. “El festival es una cita donde te pones al día de las novedades de tu sector y, además, estás en contacto con otros compañeros”, comenta. Aquí encontró el impulso para montar su propio estudio, Love Tattoo, en el centro de la capital, “fue a raíz de estar en este evento cuando decidí montar mi empresa”, añade.
Pero Tamy no sólo explora en las nuevas tendencias de este arte milenario, también trabaja desde el lado social: se dedica al tatuaje reconstructivo en el aspecto oncológico, reconstruyendo la mama. “Es la parte más gratificante de mi trabajo”, asegura. En su estudio colaboran, además, cinco tatuadores, la gran mayoría son mujeres. “Para mí IFEMA Madrid es arte, música y vivir el momento”; no hay mejor frase que resuma su historia.