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Cristina Cereceda (Evercom): «En comunicación hay brecha de género, aunque el sector esté muy feminizado»

| 4 NOVIEMBRE 2024 | ACTUALIZADO: 5 NOVIEMBRE 2024 8:47

¿En qué medida están las empresas de comunicación avanzando en igualdad de género? Esta fue la pregunta que se formuló la agencia creativa de comunicación y marketing, Evercom, y con la que decidió activar un estudio en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Rey Juan Carlos.

La investigación titulada ¿Comunicación sin genero? ofrece una comparación sobre la experiencia laboral a la que se enfrentan los hombres y mujeres que ocupan posiciones de liderazgo dentro de un sector fundamental para la sociedad civil. La directora de Marca y Desarrollo de Negocio, Cristina Cereceda, describe en DIRCOMFIDENCIAL las claves del estudio y su visión sobre una tendencia en constante movimiento.

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¿Qué os motivó a elaborar este estudio?

Desde Evercom siempre hemos tenido esa ambición, esa inquietud, de querer transformar o impactar de manera positiva, no solamente en nuestros clientes, en nuestros equipos, sino ir un paso más allá e impactar positivamente en la sociedad. Elaborar este estudio, para el que nos hemos aliado con los equipos de investigación de la Universidad Complutense de Madrid y con la Universidad Rey Juan Carlos, y al que hemos llamado “¿Comunicación sin género?”, para nosotros era importante por ese motivo. Lo que queríamos era ver si ese discurso vinculado a igualdad que ha calado tanto a nivel social también se había trasladado a los entornos profesionales en el sector de la comunicación.

¿Cuál es el balance final sobre el mismo? ¿A qué ritmo avanza la empresa española en este camino?

La fotografía es muy clara: el paciente está como está. Tenemos brecha de género en el sector de la comunicación y esto es importante decirlo claro, porque está contrastado con datos. “¿Comunicación sin género?” es uno de los estudios más completos que se han realizado en el sector en nuestro país, hemos alcanzado a más de 350 directivos y directivas de comunicación, que, de alguna manera, representan la realidad que se vive en sus compañías.

Podemos asegurar que hay brecha de género, aunque el sector esté muy feminizado. De hecho, cuando hablábamos con los equipos de investigación de las universidades, nos decían que las clases de periodismo y comunicación están llenas de mujeres. Y es verdad que en los puestos más junior e intermedios son ellas las que predominan. Sin embargo, a ellas les cuesta mucho más llegar a las posiciones de liderazgo y obtener esa responsabilidad máxima.

También creo que hay datos positivos y esperanzadores, creo que las empresas están tomando una mayor conciencia a la hora de hablar de conciliación, de tener en cuenta las responsabilidades que tienen esos directivos y directivas para con sus horarios, a la hora de formarse, con sus responsabilidades familiares… De hecho, uno de los datos probablemente más llamativos es que el 82% de las directivas y el 71% de los directivos percibe que sus compañías tienen en cuenta estas responsabilidades.

«Las empresas están tomando una mayor conciencia a la hora de hablar de conciliación».

 ¿Cuál es el dato que considera más estruendoso y qué deben hacer, en su opinión, las empresas para equilibrarlo?

El estudio se estructura en torno a tres bloques: el acceso a puestos de liderazgo, la brecha salarial y la conciliación. En todos ellos hay datos que son reseñables y llamativos. Si tuviera que mencionar únicamente uno o dos datos que me parecen especialmente relevantes, el primero haría alusión a la brecha salarial; y es que los hombres acceden por primera vez a puestos de dirección de comunicación con un salario un 18% superior al de las mujeres.

Por otro lado, hay un 55,6% de las mujeres directivas de comunicación en España que, en algún momento de su trayectoria profesional, han tenido que abandonar su trabajo para hacerse cargo de hijos/as, de responsabilidades familiares o personas dependientes. Esto, de alguna manera, nos dice que esa conciliación es mucho más inviable para ellas y que esa brecha salarial persiste. Son cuestiones que creo que habría que atajar, de ahí el valor de nuestra propuesta: colocarlas sobre la mesa.

¿Es España un buen país para conciliar la vida laboral con la familiar?

España ha avanzado muchísimo en materia de conciliación y creo que es algo de lo que todos y todas podemos sentirnos orgullosos, pero aún queda mucho camino por recorrer. Es cierto que, en los últimos años, hemos visto un impulso a medidas que buscan equilibrar la vida profesional y la personal, como la apuesta por horarios flexibles o por el teletrabajo. Sin embargo, todavía existen barreras estructurales y culturales que dificultan esta conciliación.

Si atendemos a los resultados del informe, uno de los grandes retos sigue siendo romper con la percepción de que la responsabilidad de los cuidados deba recaer en ellas. Se han dado pasos importantes, pero creo que debemos visibilizar que hay situaciones que todavía pueden y deben mejorar y que la realidad, aunque encaminada hacia una evolución favorable, está lejos de ser perfecta.

«Uno de los grandes retos sigue siendo romper con la percepción de que la responsabilidad de los cuidados deba recaer en ellas».

¿En qué medida contribuye a la reputación de una empresa un plan de igualdad?

Los planes de igualdad no son sólo herramientas reputacionales, aunque es cierto que, cada vez más, influyen en cómo las empresas y marcas son percibidas por la opinión pública. Diría que estos recursos, que son fundamentales para reducir las desigualdades dentro de las organizaciones, deben funcionar de dentro hacia fuera, es decir: una transformación honesta y sincera que empiece en el día a día, en cómo se gestiona el talento y en cómo se valora a las personas. Si el cambio es estructural y forma parte de la esencia de la compañía, el impacto en la reputación será una consecuencia natural que aportará verdadero valor.

¿Qué puede aportar una empresa como Evercom en esta causa?

Evercom, como agencia creativa de comunicación y de marketing, puede contribuir llevando al debate social cuestiones como si los directores y las directoras de comunicación están ahora mismo en una situación igualitaria. Hemos visto que no es así en determinados aspectos, pero creo que el poder generar un activo como este, tan riguroso y con datos tan contrastados, apoyándonos en dos universidades públicas que tienen un prestigio reconocido, nos permite construir o intentar transformar e impactar en positivo en la sociedad.