Proa ComunicaciónDe izquierda a derecha, César Ramos, Valvanuz Serna, Lucía Casanueva, Adolfo Menéndez y Juan Rodríguez Garat

Proa Comunicación analiza en un nuevo observatorio los desafíos a los que se enfrenta la industria de Defensa

| 3 JULIO 2023 | ACTUALIZADO: 3 JULIO 2023 13:42

Proa Comunicación, en colaboración con la Asociación Atlántica Española, acogió el pasado jueves un encuentro que, bajo el título Guerra y paz en el mercado global, analizó la situación de la industria de Defensa, la guerra de Ucrania y la posición actual de la OTAN. Tres figuras relevantes del panorama nacional, arropados por un numeroso público del mundo empresarial, diplomático y militar, analizaron el panorama nacional e internacional: El almirante retirado Juan Rodríguez Garat, uno de los analistas militares que mejor está siguiendo la guerra de Ucrania y que didácticamente dibujó el panorama mundial y español ante esta invasión rusa; Adolfo Menéndez, jurista y abogado del Estado ante la Audiencia Nacional, el que fuera subsecretario de defensa y que ahora preside la Asociación Atlántica Española; y como tercer ponente, César Ramos, director general de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad Aeronáutica y Espacio (TEDEA), economista que cuenta con más de 25 años de trayectoria vinculada a la gestión y dirección de asociaciones empresariales de Aeronáutica, Defensa y Espacio.

Lucía Casanueva, socia y directora de Proa, moderó este observatorio de Defensa, con el objetivo de analizar un mundo en constante cambio y donde nos enfrentamos a desafíos significativos que amenazan nuestra seguridad. Y donde la comunicación juega un papel muy relevante, como dejó de manifiesto César Ramos durante su intervención: “A la hora de comunicar de la industria de defensa tenemos que conseguir dos cosas: ponerla en valor, como sector clave para la economía y para España. Y, más importante, mantener ese estado de opinión favorable en la ciudadanía. Y la segunda, es comunicar en positivo, que poco o nada se ha comunicado proactivamente antes de la guerra de Ucrania de la industria de Defensa. Y para vivir en paz hay que invertir en defensa”.

En palabras de César Ramos, “el mayor desafío que afronta nuestra industria de defensa no es el financiero, ni el presupuestario, ni el tecnológico, ni el empresarial; el mayor reto es mantener el estado de opinión favorable que se ha producido como efecto del conflicto de Ucrania y que ha sacado a los ciudadanos occidentales de su letargo. Y también a los responsables políticos”. Y añadió: “Todos los países han reaccionado concediendo una mayor prioridad a una política como es la de defensa, porque han empezado a entender que sin seguridad no hay libertad y sin libertad no hay progreso. La Defensa es un bien público europeo”.

César Ramos trajo a colación una frase del recientemente fallecido Premio Princesa de Asturias, Nuccio Ordine, que reflexionaba de esta manera: “En el universo del utilitarismo, un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo, más que una poesía, una llave inglesa, más que un cuadro, porque es fácil hacerse cargo de la eficacia de un utensilio, mientras que resulta cada vez más difícil entender para que pueden servir la música, la literatura o el arte”. “A nosotros nos ocurre algo parecido -en palabras de César Ramos-, nos hacemos cargo del precio de un carro de combate, de una fragata o de un avión militar, pero nos cuesta entender el precio de nuestra seguridad y de nuestro modelo de vida”.

Y es que la guerra de Ucrania ha cambiado el panorama mundial, como admitía el Almirante Garat: “Esta guerra ha batido todos los récords de pretextos para justificarla. Uno de esos pretextos es el que argumenta Putin de crear un nuevo orden mundial más justo. Es uno más de los fracasos del dictador ruso. Pero más importante que la bipolaridad del nuevo mundo, lo son las estructuras que esta guerra ha derribado como son la ONU, que nunca ha sido más inútil que en esta guerra; las armas nucleares, que hacían pensar que las potencias no podían entrar en guerra, y las relaciones comerciales, porque una dependencia mutua tan grande como la que existía, por ejemplo, entre Rusia y Alemania, donde Rusia adquiría tecnología a cambio de suministrar energía a precios módicos a Alemania, impediría un conflicto. Caídos esos pilares ¿Qué nos queda? Como dice la máxima romana si vis pacem, para bellum, si quieres la paz prepárate para la guerra. El mundo vuelve a rearmarse. Que nos devuelve a una paz armada. Y nos sirve para que los españoles entendamos para qué sirven las Fuerzas Armadas”.

Sin embargo, Adolfo Menéndez no responsabilizó a la guerra de Ucrania del aumento en el gasto en defensa, “el aumento se ha producido porque empezamos a comprender que queremos vivir en paz, en libertad y en un estado de Derecho. La guerra lo que ha sido es una advertencia de que no podemos vivir en la inopia como vivíamos. Que para Europa siga siendo como la conocemos tenemos que invertir en nuestra seguridad”.

El debate llegó a su fin con un turno de preguntas del público asistente. Y además de los tres grandes ponentes que ocupaban la tribuna, como advirtió el Almirante Garat antes de su primera intervención, entre el público se encontraban militares muy ilustres, como el general Félix Sanz Roldán, ex JEMAD y ex director del Centro Nacional de Inteligencia, que compartió una idea: “España es uno de los mejores aliados de la Alianza Atlántica, pero nadie se los cree. ¿Por qué? ¿Qué debemos hacer? Y todo porque nos catalogan por lo que invertimos en defensa y no por lo que aportamos”. El almirante Garat subrayó que es cierto, pero todo el mundo sabe que la disuasión la hacen los portaviones norteamericanos, pero no las fragatas españolas, que no llevan la munición adecuada porque no ha habido presupuesto para ello”.