Blanca Gómara: Trabajar ‘como una chica’

| 13 MAYO 2016 | ACTUALIZADO: 16 JUNIO 2016 9:39

Un plató. Varias mujeres, hombres y niños pasan frente a cámara. La directora del spot les plantea una pregunta sencilla: ¿podrías correr como una chica? Uno, tras otro, tanto las chicas como los chicos de más edad, echan a correr en su sitio en una triste parodia de carrera que trata de imitar la supuesta fragilidad y cursilería que se les presupone. Eso es correr como una chica: algo ridículo. Cuando esta misma petición se traslada a niñas más pequeñas, también ellas echan a correr. Pero, ¿cómo? Con todas sus fuerzas, con toda su energía. Libres de estereotipos mentales. “Soy una chica y corro. Eso es correr como una chica, ¿no?” En ese momento, una sobre impresión lanza una simple pregunta: ¿cuándo se convirtió en un insulto hacer algo ‘como una chica’?

Esta pieza de Always pasa ya de los 61 millones de visitas en YouTube; así que es más que probable que muchos de los que estén leyendo esto la hayan visto ya. Está claro que su fuerza reside en la sencillez del planteamiento y la contundencia del mensaje. Los prejuicios y la docilidad con la que los hacemos nuestros.

Últimamente, hay un interés cada vez mayor en hablar, y consecuentemente en actuar, en relación a la situación de las mujeres dentro de las agencias de publicidad en todo el mundo. En España, en concreto, se acaba de crear una plataforma con un nombre que lo dice todo: Más mujeres creativas. Este movimiento, impulsado por una serie de mujeres del sector publicitario, y abrazado por unas miles más, pretende promover la visibilidad e igualdad de oportunidades de las creativas de nuestro país.

La plataforma se presentó en el CdeC con un irónico lema: “Tienes algunas posibilidades más de ser directora creativa que de que te parta un rayo”. Bueno, ya un poco más en serio, las cifras son alarmantes: solo el 3 por ciento de los directores creativos son mujeres frente al 59 por ciento de mujeres estudiantes de Publicidad.

Frente a estos datos, dos preguntas vienen automáticamente a la cabeza: ¿qué ocurre para que ese talento se pierda en el camino? y ¿cómo se puede luchar contra ello?

«Las cifras son alarmantes: solo el 3 por ciento de los directores creativos son mujeres frente al 59 por ciento de mujeres estudiantes de Publicidad».

Según una encuesta algo casera hecha por la plataforma entre sus seguidoras, las creativas señalamos tres grandes causas: la falta de referentes, los problemas de conciliación y la brecha salarial. Yo, sin embargo, añadiría los prejuicios. Tengo la sensación de que por encima de estas causas flota un desagradable tufillo a ideas preconcebidas. Durante un largo tiempo, el suficiente para que incluso nosotras mismas lo asumiéramos inconscientemente, trabajar ‘como una chica’, crear ‘como una chica’, dirigir ‘como una chica’, e incluso, pensar ‘como una chica’ ha sido interpretado en clave Always.

Creo que hasta que no tratemos abiertamente este tema, da igual que hablemos de cuotas, programas de mentoring, publicaciones de informes con comparativas de sueldos, etc… Tiendo a pensar que nada de todos estos obstáculos se puede salvar si no hay una voluntad real en este sentido por parte de aquellas personas que toman las decisiones en las agencias. Son los puestos directivos los que tienen que estar realmente implicados en poner en marcha las medidas necesarias para revertir esta situación.

Podemos inventarnos miles de fórmulas, pero ninguna será válida sin el compromiso de quienes mandan. Hay que ventilar las agencias, abrir ventanas. Dejar correr el aire. Sacar de nuestras cabezas, y cuando digo nuestras incluyo a las de las propias mujeres, todos esos complejos y estúpidas creencias propias de una sociedad cerrada a la diversidad.

Las mujeres creamos como mujeres. Trabajamos como mujeres. Vemos el mundo como mujeres. Nos levantamos como mujeres y nos acostamos, cómo va a ser si no, como mujeres. Y eso, escuchad bien hombres y mujeres de las agencias, es ma-ra-vi-llo-so. Porque eso es riqueza, eso es variedad, eso es mejor. Para todos.

Y mientras vamos asumiendo algo tan sencillo y a la vez tan trascendente, podemos ir pensando en paralelo si la solución concreta es ésta o aquella. Pero eso ya será otro debate.