El Santander vuelve a anunciar hipotecas después de años sin hacerlo
Ante los últimos datos de la situación económica de España, parece que se puede intuir que la actividad económica quiere repuntar (llevamos dos trimestres consecutivos con crecimiento del PIB). Como consecuencia, la banca ha comenzado a ofertar nuevamente préstamos hipotecarios para compra de vivienda, con unos requisitos que tratan de unir al mismo tiempo fidelidad del cliente con la Entidad Financiera y que se dirija a un cliente con recursos económicos, salario estable y consumo habitual. El Banco Santander ha entrado en esta tendencia con su primer anuncio de una hipoteca en mucho tiempo, ofreciendo además uno de los diferenciales más bajos del mercado.
Al comienzo de la crisis económica, el incremento del nivel de paro y la reducción de actividad económica pinchó la burbuja inmobiliaria. Aumentó de forma importante el número de clientes de la banca que no pudieron atender los recibos mensuales de sus préstamos hipotecarios con los que habían comprado sus inmuebles. Como consecuencia, la banca aplicó el procedimiento que estaba establecido en los citados préstamos y ejecutó las hipotecas, desahuciando a sus propietarios y quedándose con la propiedad de los inmuebles.
De esta forma la banca se convirtió en propietaria de unos inmuebles que en realidad no deseaba y que, dada la crisis general, no podía vender para cancelar los préstamos que estaban impagados.
En los años previos a la crisis, los particulares entraron en los préstamos hipotecarios, sin tomar la debida cuenta de si el precio de la vivienda era excesivo, dado que al ser los intereses bajos, las cuotas mensuales eran asumibles en un contexto de economía positiva, boyante y con crecimientos importantes.
Por su parte la banca presionó de forma importante a sus comerciales y redes con el objetivo de obtener cifras de contratación de nuevos préstamos hipotecarios, y para ello animaron a sus clientes a comprar. Todo ello generó una espiral de préstamos y compras y se incrementó el valor de las viviendas situándolo fuera de la realidad.
Toda esta situación provocó que la banca cortara en seco la oferta de préstamos hipotecarios a particulares y promotores inmobiliarios, para no aumentar su exposición al riesgo inmobiliario y para no incurrir en posibles nuevos impagos, ya que la crisis económica general parecía no llegar a su fin. Únicamente se estaban dando préstamos a clientes que compraban viviendas que la banca quería vender.
Ahora, que como se ha visto parece que los datos anuncian una recuperación del sistema económico español, la empresa de Emilio Botín ha querido lanzar una hipoteca que cuenta con un tipo fijo del 2,95% el primer año y de Euribor+1,99% para el resto del periodo de amortización. Así, el importe del crédito alcanza el 80% si es la primera vivienda y el 70% si es la segunda.
A cambio, esta hipoteca lanzada por el Santander exige alta vinculación con la entidad bancaria, y sus requisitos muestran el segmento de población al que va dirigido: población con economía familiar saneada. Exige domiciliar la nómina o pensión por un importe de 2.500 euros mensuales (puede ser del conjunto de los titulares), así como la domiciliación de nueve recibos trimestrales (como pueden ser agua, luz, gas o colegios). También es un requisito contratar tarjetas con un consumo mínimo de 500 euros al trimestre y la contratación del seguro de hogar, ya que la banca en 2014 está apostando fuerte por la venta de seguros.
Todo esto nos indica que esta nueva hipoteca está dirigida como decíamos, a un segmento de la población que cuenta con una economía familiar saneada, con unos niveles de renta y consumo medio-altos y activos, y que quiere acceder a una vivienda que, por la crisis actual, pudiera estar a un precio más asequible.