El sector publicitario reanuda los rodajes con costes añadidos y el personal esencial

| 12 JUNIO 2020 | ACTUALIZADO: 15 JUNIO 2020 11:47

La industria publicitaria ha retomado los rodajes suspendidos por la declaración del estado de alama. Alrededor de ochenta, según datos del sector. Una vuelta a la actividad que tiene lugar en unas condiciones muy diferentes, que han alterado la forma habitual de trabajar en este tipo de proyectos.

En Ogilvy han reanudado los rodajes siguiendo el estricto protocolo de seguridad sanitaria diseñado por la Asociación de Productoras de Cine Publicitario (ACPC). El documento, consensuado entre las principales productoras nacionales a finales de abril, establece una serie de condiciones para llevar a cabo un «rodaje limpio’, como son un máximo de 25 personas en el set y la realización online de todas las tareas posibles.

En estas circunstancias, la agencia británica tiene en marcha media docena de rodajes en varios puntos geográficos de España, entre los ya realizados y los programados para las próximas semanas. Siguiendo el protocolo se han implementado también diferentes herramientas para establecer un seguimiento en remoto del trabajo y reducir el número de personas presentes en el set.

«Se está trabajando en todo momento siguiendo las recomendaciones de las instituciones gubernamentales, así como estrictos protocolos de desinfección, higiene, uso de mascarillas y por supuesto la distancia de seguridad. Además, hemos implementado otras medidas, como la toma de temperatura en set, el catering individualizado y el uso de material desechable», explican desde la firma.

En este sentido, se ha limitado la presencia los miembros considerados necesarios para que el trabajo salga adelante. Esto incluye al equipo de producción, realizador y ayudante, dirección de fotografía, eléctricos, atrezzistas, etc. La ACPC recomienda sustituir empleados prescindibles en el caso de que se necesite a otra persona en el set para no superar las 25.

Asimismo, tan sólo se permite el acceso a dos o tres personas representando a la agencia y cliente, mientras que ha surgido una nueva figura. Se trata del técnico de prevención de riesgos laborales, que se ha incorporado a los sets para supervisar que todo el trabajo se realice bajo estrictas medidas de seguridad.

Medidas que han llegado para quedarse

Pese a todo el exceso de celo, en Ogilvy reconocen que «la mayor dificultad la hemos encontrado en el proceso de edición, ya que también hemos tenido que llevarla a cabo a distancia, a través de videoconferencia. La comunicación entre el equipo creativo y el montador ha sido menos fluida y esto ha hecho que se dilatara un poco el proceso de posproducción».

En cuanto a las condiciones, se han ajustado todavía más los plazos, apremiados por los cerca de tres meses que han permanecido paralizados los rodajes. Retrasos que han derivado en mayores costes económicos tanto para la agencia como los clientes, y que han obligado a dar una salida lo más inmediata posible a los trabajos en cuanto lo han permitido las circunstancias.

Este aumento presupuestario que afecta no sólo a producción, sino a los costes derivados de la compra de material y equipos de protección individual (EPIs) o contratación de personal ocupado de la desinfección. Medidas que con todo permiten agilizar el rodaje y ahorrar. Más aún teniendo en cuenta que serán de obligada aplicación en el corto y medio plazo.