«La crisis de Monsanto no va dañar la imagen de la práctica de asuntos públicos en las agencias»
La gestión de los asuntos públicos de Monsanto está bajo investigación judicial después de que la prensa francesa desvelara que sus agencias FleishmanHillard (grupo Omnicom) y Publicis Consultants (grupo Publicis) habían confeccionado una lista con más de 200 personalidades (políticos, periodistas, científicos…), seleccionadas como stakeholders por la compañía en el caso del polémico herbicida glisofato, Roundup.
No solo franceses. También habría listas en otros países, incluido España, además de en otros países europeos; según ha reconocido la propia Bayer, matriz de Monsanto, en un comunicado.
Las agencias antes mencionadas detallaban en esa relación de personalidades datos de carácter personal, como aficiones, direcciones postales y teléfonos personales. Esta relación, además, estaría dividida en cuatro grupos: aliados, aliados potenciales para reclutar, personalidades para educar y aquellos para observar.
Al conocerse la existencia de esta lista, Bayer reaccionó rápidamente pidiendo disculpas y decidió suspender a sus dos agencias de comunicación.
A priori, podría pensarse que este tipo de listas con información personal sobre los stakeholders sería una herramienta habitual de trabajo en las agencias especializadas en asuntos públicos.
Sin embargo, Manuel Mostaza, director de Asuntos Públicos de Atrevia, puntualiza a este medio que actualmente «se tiende a trabajar, cada vez más, en escenarios de co-creación con todos los actores clave que están involucrados en tu ecosistema particular. Si eres una empresa tienes que conocerlos, saber cuáles son sus prioridades, sus intereses, pero la tendencia es, más que a hacer listas y guardarlas en un cajón, a co-crear con ellos escenarios de colaboración y confianza en los que poder ver qué tipo de relación se puede tener con ellos».
En cualquier caso, según la normativa europea vigente desde hace un año, no se pueden recopilar datos de carácter personal sin el consentimiento de las personas involucradas. Las multas a las que se someten las compañías que infrinjan el reglamento son muy cuantiosas (hasta el 4% de los ingresos de la compañía o un máximo de 20 millones de euros). A la luz de los hechos, la fiscalía francesa ya estaría investigando las prácticas de las agencias involucradas.
Para Mostaza, las restricciones de la RGPD «no dificultan de manera muy acusada» el trabajo de las agencias especializadas en public affairs. «Como cualquier empresa de cualquier sector que trabaja con datos hay que ser cuidadosos con el cumplimiento de la normativa vigente. Muchos de los datos que se manejan en el sector, (en qué Comisión está un diputado, su trayectoria…) está disponibles de manera libre en la web y suelen ser facilitados por los propios interesados».
«La tendencia es, más que a hacer listas y guardarlas en un cajón, a co-crear con los stakeholders escenarios de colaboración».
Las dos agencias involucradas en la crisis de Monsanto -ahora suspendidas indefinidamente- han emitido comunicados en los que aseguran que sus servicios se prestan bajo altos estándares éticos y legales.
No obstante, el director de Asuntos Públicos de Atrevia ve esta decisión de Monsanto de apartar a sus proveedores de comunicación «dentro de la normalidad». Y es que esta compañía «tiene un reto reputacional en Europa y tiene que cuidar su imagen pública para que aspectos como el que mencionas no perjudiquen la licencia social que cualquier compañía necesita para actuar en su día a día».
Como fuere, Mostaza rechaza que esta crisis vaya a afectar negativamente a la práctica de los asuntos públicos, una de las áreas de mayor crecimiento en las consultoras de comunicación. «Los asuntos públicos son una disciplina en pleno crecimiento en Europa en general y desde luego en España en particular. Además, el mercado en España tiene unas características diferentes al resto de Europa (por ejemplo, el bajo peso de las multinacionales extranjeras en el sector), por lo que no parece probable que esta crisis afecte al mercado español«, explica el experto.
