Las agencias de eventos claman por la vuelta a la normalidad: «Tenemos futuro y somos sostenibles»
Las agencias de organización de eventos lo han pasado muy mal desde que comenzó la pandemia. La cancelación del Mobile World Congress a principios del año pasado en Barcelona fue un mazazo para el sector, que todavía hoy sigue pagando las consecuencias de la crisis sanitaria.
La organización de eventos estaba en constante crecimiento en los últimos años y movilizaban en 2018 un volumen en nuestro país de 12.000 millones de dólares de gasto directo y un impacto en el PIB de 7.500 millones de dólares, según el estudio de Events Industry Council. De acuerdo con este informe, España es la potencia número 12 a nivel mundial del sector, que daba empleo a más de 83.000 profesionales de manera directa en nuestro país.
No en vano, los eventos organizados en nuestro país convocaron a más de 22 millones de personas en 2018, con un gasto medio por individuo de más de 500 euros.
Pero la pandemia desplomó todas estas cifras, debido un parón casi total de los eventos. Algunas agencias especializadas perdieron el año pasado prácticamente el 100% de su facturación, aunque la caída media del sector estaría en el 75%. Para este año el descenso del negocio podría situarse en el 35%, según precisó Mar García, presidenta de AEVEA (la patronal de las agencias de eventos) en declaraciones a El Confidencial.
Como muestra de ello, IFEMA registró el año pasado unas pérdidas de 20 millones de euros después de que su facturación se quedara en 60 millones, cuando en 2019 fue de 187 millones.
Tras el tsunami de la pandemia, ahora las agencias de eventos se han tenido que transformar y la mayoría de los encuentros que se producen son online. «Organización de eventos y tecnología ya irán siempre de la mano y el término híbrido será el nuevo presencial», comenta Mar García en el último anuario de la asociación. La también directora general de la agencia Grass Roots señala además que la ‘nueva normalidad’ en el sector «consolidará la sostenibilidad en eventos», puesto que «ya no concebimos que se ‘agreda’ gratuitamente al medioambiente, o no se tenga en cuenta lo social y la economía a la hora de construir eventos».
El “Faro Esperanza”
Para escenificar esta nueva era en el mundo de los eventos, AEVEA encendió anoche por primera vez el Faro de Moncloa, que proyectó un haz de luz verde sobre Madrid. Para ello, la entidad se ha aliado con SpY Urban Art. La obra se ha bautizado como “Faro Esperanza” y debe su color a la apuesta del sector de los eventos por la sostenibilidad, la modernidad, la capacidad de adaptación y evolución y la mirada al futuro con optimismo, según explicaron desde la asociación.
Durante el evento, Mar García comentó que “hoy es un día muy importante para nosotros, porque vamos a hacer una representación visual de que tenemos futuro y somos sostenibles”. La presidenta de AEVA quiso explicar el motivo de la acción: “nuestro protagonista de hoy es un faro, que simboliza ese retorno, la vuelta a la normalidad”.
Incidió, además, en la importancia del sector para la economía española: “Esperamos que esta acción, tan relevante e impactante, sirva para impulsar la confianza en el trabajo de las agencias de eventos y generar notoriedad alrededor del valor que aportamos. Queremos crear conciencia sobre la importancia de nuestro trabajo y el peso que tiene dentro de la economía española».
Mar García quiso también hacer un alegato en favor de la presencialidad de los eventos como elemento fundamental para la recuperación del sector: “pretendemos dejar constancia de que los eventos celebrados de manera presencial se pueden hacer de manera segura, siempre siguiendo los protocolos de seguridad sanitaria”.
En este acto, Almudena Maíllo, titular del Área Delegada de Turismo del Ayuntamiento de Madrid, subrayó la importancia del turismo MICE en un país que, en 2019, recibió a un 20% de turistas que viajaban por negocios: “el retorno económico que tienen los eventos para cada ciudad es crucial”.
Este tipo de turismo supone una importante fuente de ingresos para nuestro país: “que una ciudad celebre eventos es una forma de medir la temperatura de su economía y de su vida”. Maíllo recordó que “el sector de eventos corporativos y MICE no solo beneficia a los organizadores, sino que se extiende a muchos otros como la hostelería, el transporte, el sector de espectáculos, el de retail…”.
