Elon Musk

Musk demanda a investigadores por sus estudios sobre la prevalencia de discursos de odio en X (Twitter)

| 2 AGOSTO 2023 | ACTUALIZADO: 3 AGOSTO 2023 11:32

El análisis de la calidad de la conversación en la red social anteriormente conocida como Twitter y actualmente X llega a los tribunales. Elon Musk ha presentado una demanda contra The Center for Countering Digital Hate (CCDH), una organización sin ánimo de lucro de origen británico que desde 2018 aboga porque las grandes plataformas no den acceso a individuos o colectivos que basan su actividad en discursos de odio o desinformación. La entidad venía publicando estudios sobre el aumento de esas prácticas en la plataforma desde su compra por parte de Musk, que los considera motivados sesgados y dañinos para recuperar la planificación publicitaria perdida por esa sensación de inseguridad de marca.

La acción judicial representa un paso más en la escalada entre ambas partes. Para el propietario de la antigua Twitter las investigaciones de esa organización vienen motivadas por la intención de censurar puntos de vista con los que no está de acuerdo y las metodologías que emplea en sus informes vienen condicionadas por ello. Y desde CCDH, que ha dedicado una decena de estudios a pequeña escala en la plataforma desde que Musk se hizo con ella, señalan que “quiere matar al mensajero que destaca el contenido tóxico en lugar de afrontar el entorno tóxico que ha creado”.

Las investigaciones de CCDH concluyen que la actual X acoge retóricas frecuentes contra los movimientos LGBTI, desinformación rampante, acoso a mujeres o discursos de odio en general. Pero una de las más problemáticas para Musk es la que señalaba que la plataforma podía facturar hasta 19 millones de dólares al año solo gracias a anuncios que aparecen cerca de las publicaciones de 10 cuentas relevantes que fueron suspendidas por los anteriores gestores al incurrir en esas prácticas.

No está claro el impacto real que hayan podido tener estos estudios en la retirada de presupuestos publicitarios que se dio en Twitter desde que cambió de manos, pero sí han contribuido de manera determinante a la conversación general sostenida sobre su presunta inseguridad de marca. El gran desafío de Musk para estabilizar sus cuentas tras la abrupta reducción de plantilla y el severo ajuste de otros costes es conseguir levantar el desplome del 50% de ingresos publicitarios que reconocía a mediados de julio, y para ello necesita convencer a los anunciantes de que el suyo es un entorno adecuado.

En ese contexto la compañía pidió recientemente propuestas de mejora a empresas de seguridad de marca y su nueva consejera delegada está haciendo valer sus contactos para atraer planificación en vídeo. Y además los anunciantes tienen ahora la opción de aparecer en respuestas de hilos populares de creadores con los que X compartirá el dinero que inviertan.