Amber suma nuevos apoyos e intensifica su acecho a Cebrián

En las últimas semanas el fondo oportunista Amber Capital, principal accionista del grupo Prisa con un 19,2%, ha sumado apoyos en su operación para apartar a Juan Luis Cebrián de la presidencia, la cual diseñó hace tiempo.

Su representante en el consejo de administración, Joseph Oughourlian, lleva meses maniobrando con el propósito de componer una alianza que le permita, junto con otros socios, forzar la salida de Cebrián, al que hace un año acusó sin miramientos en el Financial Times de ser el principal responsable tanto del grave deterioro de la compañía como de su situación actual.

Hace un año era impensable ver peligrar la posición del periodista y académico dentro de la editora de El País. Su contrato de alta dirección le mantenía blindado frente a cualquier movimiento en el órgano de Prisa hasta 2020, si bien perderá su poder ejecutivo a finales de 2018.

Sin embargo, diversas fuentes confirman que de un tiempo a esta parte se han sumado nuevas voces críticas con la gestión desempeñada por Cebrián en los últimos tiempos, rompiendo con el equilibrio interno que había hasta ahora entre los accionistas significativos.

De un lado se encontraría el frente decidido a mover la silla del actual presidente antes de tiempo, que estaría liderado por Amber Capital. Para la consecución de su objetivo necesita sumar apoyos que les permitan superar el 50% del capital, y aunque con sus últimos movimientos ha logrado concitar a otros accionistas de peso, como el banco HSBC, titular del 9,5% de Prisa, de momento siguen sin alcanzar el porcentaje necesario para llevar a cabo su operación estratégica.

Cuatro consejeros independientes se abstuvieron en la votación del plan de retribuciones.

No en vano, las fuentes informantes aseguran que los acontecimientos de esta última semana, en la que Prisa ha anunciado unas pérdidas de 67,9 millones de euros, resultado pese al cual Cebrián percibió un total de 1,76 millones de euros (691.472 de ellos en variable), parecen haber actuado como un punto de inflexión en otros socios. Como Telefónica, que controla el 13,05% de la compañía y ejerce un papel muy relevante en esta situación. A la operadora, precisan estas voces, le toca por tanto actuar como árbitro entre estas dos posturas.

De hecho, la cuestión está ahí y empieza a asomar por la mesa del consejo de administración. Según se recoge en el informe de retribuciones remitido a la CNMV, cuatro consejeros independientes se abstuvieron en la votación del plan de retribuciones alegando “no tener base suficiente para posicionarse, a favor o en contra, sobre la propuesta de la comisión de nombramientos y retribuciones”. Fueron María Elena Pisonero, Blanca Hernández, Alfonso Ruiz de Assín y Dominique D’Hinnin. Además, Oughourlian, el fundador de Amber, votó en contra de la propuesta de remuneración.

Del lado de apoyo a Cebrián se encontraría Rucandio Inversiones Sicav, la sociedad a través de la cual gestionan sus fondos los descendientes de Jesús de Polanco y que mantiene el 17,52%. También contaría con el respaldo de Abante Asesores, depositaria de la Sicav de la familia Polanco y dueña del 3,3% del capital, y el Grupo Herradura (8,9%), según informaba hace unos días El Economista. Caixabank (4,9%) y Banco Santander (4,6%), los otros dos socios significativos, se mantendrían por ahora ecuánimes en este escenario.