«Malestar» en las redacciones de Prensa Ibérica por la falta de un protocolo claro para el intercambio de contenidos

| 20 OCTUBRE 2021 | ACTUALIZADO: 21 OCTUBRE 2021 9:03

La intención de descentralizar la información, nutrirse de contenidos de cabeceras compañeras y remar con 1.200 redactores a favor de la pluralidad era muy buena hasta que se ha puesto en práctica. Al menos este es el sentir que recorre las redacciones de los diferentes medios de Prensa Ibérica tras la puesta en marcha de El Periódico de España.

Según ha podido conocer DIRCOMFIDENCIAL, entre los periodistas de diarios como El Periódico de Catalunya, Mediterráneo o La Opinión de Murcia habría “malestar y preocupación” a causa del descontrol que está provocando el sistema de intercambio de contenidos entre los diferentes digitales de la editora.

Y es que, el periódico dirigido por Fernando Garea anunciaba días antes de su lanzamiento que el nuevo diario aprovecharía “todo el potencial que brinda el plantel de periodistas del grupo”, nutriéndose de contenidos de las delegaciones implantadas en diferentes partes de España. Sin embargo, “falta saber cómo”, expresan fuentes del sector.

«¿Publican los de Catalunya el texto de sus corresponsal de siempre de Madrid o se encargan desde el Periódico de España de nutrir al de Catalunya también?”

Sobre esto las mismas voces han explicado que los redactores están molestos por dos motivos: el económico y el organizativo.

Desajuste en los ‘pluses’

El primero de ellos tiene su origen en la forma en que se pagaba esa forma de trabajar cuando el Grupo Zeta todavía no había sido comprado por Prensa Ibérica. “En ese momento las informaciones de El Periódico de Catalunya que, por ejemplo, eran publicadas por el periódico de Aragón, Extremadura o el Mediterráneo se le pagaban al redactor como un plus y no había demasiadas complicaciones técnicas”.

El problema llegaría cuando ese incentivo, que ya por entonces resultaba muy bajo para los empleados, se mantuviese tras la fusión de los grupos editoriales, a pesar de que ahora, en vez de en tres o cuatro diarios, una misma información es plasmada en más de una veintena de periódicos.

“En este sentido, la crónica política de, por ejemplo, un redactor de Madrid, la pueden publicar si quieren los 24 diarios y el plus será exactamente el mismo para el redactor, de muy muy poco dinero al año. Eso ya empieza a frustrar”, comentan fuentes cercanas a la editora. Además, cabe recordar que, a pesar de que pertenecen al mismo grupo, son distintas empresas.

La crónica política de un redactor de Madrid la pueden publicar si quieren los 24 diarios y el plus será exactamente el mismo para el redactor.

Lejos de tratarse de un caso aislado o sin precedentes, algo parecido ocurría en Unidad Editorial, y más concretamente en El Mundo durante el segundo año de su andadura. Fue en esta época en la que nacieron las cabeceras de El Mundo del País Vasco, El Mundo de Baleares y El Mundo de Catalunya.

En esa ocasión aunque la mayor parte era de Unidad Editorial, también eran empresas diferentes. Sobre esto fuentes conocedoras apuntan a este medio que “para que se pudieran compartir sus contenidos en varias delegaciones se pagaba a los redactores una paga extraordinaria en septiembre que todavía siguen cobrando aunque esos diarios ya pertenezcan al 100% a Unidad Editorial».

Desorganización y falta de protocolo

Por otro lado, es la “falta de un protocolo” claro lo que tiene trastornados en este momento a los profesionales. “No tienen un protocolo hecho, no saben cómo actuar y al periodista tampoco se le informa de qué periódicos van a usar su información”, explican fuentes cercanas al grupo. Asimismo, fuentes internas añaden que «parece que las delegaciones estamos trabajando para EPE».

El tipo de problemas que se han planteado al poner en marcha este ‘sistema’ es que por ejemplo en Economía… «¿Deberían publicar los de Catalunya el texto sobre los presupuestos de sus corresponsal de siempre de Madrid o se deberían encargan desde el Periódico de España de nutrir al de Catalunya también?”, plantean. «Hay varios redactores en diferentes cabeceras pero para el mismo trabajo».