El consejo del CAC se equilibra a la espera de un nuevo pacto independentista

| 10 JUNIO 2021 | ACTUALIZADO: 11 JUNIO 2021 8:12

Las negociaciones para el reparto de responsabilidades en el nuevo Govern de la Generalitat no dejan ningún elemento al azar. Pero más que el Ejecutivo de Pere Aragonès, es el propio Parlamento catalán el que tiene la llave de control sobre determinados órganos considerados clave por el movimiento independentista.

Hay dos organismos que brillan con luz propia ante los ojos del gobierno catalán. Se trata de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), editora de TV3 y Catalunya Ràdio, y el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC). Aunque el pacto rubricado entre ERC y Junts contempla renovar el alto mando de la cadena pública con una dirección «profesional, con financiación suficiente y estable, plantilla proporcionada, rejuvenecida y diversa, una estructura simple», la realidad es diferente.

Ambas formaciones han planteado una serie de nombres de cara a mantener su cuota de poder sobre estos organismos. Ello pese a que la reforma de la normativa audiovisual catalana, que afecta al CCMA y CAC, obliga a que la elección de los miembros del consejo se haga con un consenso mínimo de dos tercios en la Cámara Catalana y el apoyo de tres grupos parlamentarios.

Tras la dimisión de una consejera de Junts la mayoría queda conformada por consejeros del PP y PSC

Desde el entono del CAC explican que, de los siete puestos que componen la mesa, cuatro corresponderían a ERC y Junts, dos al PSOE y el restante no tiene color político todavía. No obstante, la renuncia este martes de Ivonne Griley como consejera, perteneciente a Junts, para asumir la dirección general de Asuntos Religiosos del Departament de Justícia deja en minoría al grupo independentista, según ha informado El Nacional.

Tras esta dimisión el consejo queda reducido a seis asientos, donde la mayoría queda conformada por los consejeros Daniel Sirera, designado a propuesta del PP, y Carme Figueras, del PSC. Hace un año la salida de Salvador Asius (ERC) volvió determinante el voto de calidad del presidente del órgano, Roger Loppacher, quien ha evitado sancionar a los medios públicos catalanes por su cuestionada parcialidad. Además, en las últimas semanas ha defendido una mayor presencia del catalán en plataformas como Netflix.

Este cambio en el peso del CAC se produce con algunos asuntos candentes sobre la mesa, como son la adjudicación de seis licencias de radio y la venta del multiplex en posesión del Grupo Godó. A ello se suma la elaboración de los distintos informes que, periódicamente, analizan la actividad editorial de TV3 y Catalunya Ràdio.

Como fuere, en el citado medio denuncian la situación actual del consejo, donde miembros como Loppacher y Sirera permanezcan en el consejo tras tres años con el puesto caducado, aunque en el caso de Figueras debería haber renovado hace cinco. Y es que los consejeros son elegidos por un periodo de seis años. Asimismo, la composición resultante tras la dimisión de Griley hace prever una intensificación de las negociaciones de cara a romper con este equilibrio provisional.