El Gobierno desconocía las negociaciones prejudiciales que salvaron ocho canales TDT

| 10 JULIO 2015 | ACTUALIZADO: 10 JULIO 2015 8:39

El Gobierno no tuvo conocimiento previo de las negociaciones prejudiciales que evitaron in extremis el cierre de ocho canales TDT. El Ejecutivo solo se enteró de esta circunstancia cuando el pacto entre las partes fue notificado al Tribunal Supremo, hace apenas 20 días.

Infraestructuras y Gestión 2002, M & M Infonet Associated y Lofli Eventos y Medios presentaron un recurso contencioso-administrativo contra los contratos de renovación de las concesiones para la prestación del servicio público de televisión por parte Antena 3 de Televisión, Telecinco y Sogecable, suscritos con la Administración del Estado el pasado 3 de abril de 2010; y contra los actos de transformación de los contratos concesionales en licencias mediante acuerdos del Consejo de Ministros del  28 de mayo y de 11 de junio de 2010.

Todo apuntaba a que el pasado 23 de junio el Tribunal Supremo iba a resolver esta cuestión declarando ilegales los 8 canales de TDT. Sin embargo, una semana antes de que se produjera el fallo se conoció que un acuerdo prejudicial entre las partes iba a poner fin al litigio. Un pacto que les podría costar hasta 20 millones de euros a las operadoras de televisión, cantidad que será abonada a los demandantes. Este acuerdo llegó después de varios meses de negociación entre las partes, situación que desconocía por completo el Gobierno, según ha podido saber Dircomfidencial.

Previamente, las operadoras presionaron en varias ocasiones al Ejecutivo para que aprobara una ley que anulara el efecto de esa posible sentencia, cosa a la que el Gobierno se negó, fruto del enfrentamiento que mantiene con las televisiones durante toda la legislatura.

En paralelo, Moncloa inició un concurso para repartir seis licencias de TDT, procedimiento que finalizará el próximo mes de octubre, fecha cercana a las Elecciones Generales.

Por tanto, el Gobierno contaba con una sentencia del Supremo desfavorable para las operadoras, que conllevaría el cierre de ocho canales TDT. Con ese más que probable apagón, el Gobierno podría utilizar el actual concurso TDT para tener atado en corto a las televisiones durante la campaña electoral, ya que la necesidad de los operadores por hacerse con una licencia sería aún mucho más acuciante.