El Gobierno mantiene cerrado el grifo de las ayudas a la prensa catalana cinco meses después

| 30 MAYO 2018 | ACTUALIZADO: 31 MAYO 2018 9:25

La normalidad en Cataluña permanece suspendida desde la aplicación del artículo 155. El control de las cuentas por parte del Ministerio de Hacienda llevó al bloqueo de las ayudas públicas del gobierno catalán a los medios digitales a finales del año pasado. Semanas después el Gobierno de Rajoy accedió a desbloquearlas gracias a un acuerdo en los últimos días del 2017.

En un principio la noticia fue recibida con alivio por los medios afectados, habida cuenta de la importancia que tienen estas subvenciones en el ecosistema mediático catalán. Incluso de supervivencia en determinados casos. Una vez abierto el grifo de estos fondos, que ascendían a 1,9 millones de euros, la cuestión era saber cuándo iba a caer el agua, puesto que corría el riesgo de que la autorización se demorara meses o años.

Transcurridos cinco meses desde entonces, las ayudas todavía no han empezado a circular. Lejos de inquietarse, los medios beneficiados llevan con absoluta normalidad este retraso en los pagos. Para algunos resulta de lo más habitual cobrar las subvenciones al año siguiente de haberse tramitado, aunque la intranquilidad va por casas.

Las fuentes consultadas explican que entre la prensa de la región impera un compás de espera. Los beneficiarios de estas subvenciones estructurales, que se asignan en función de parámetros como la audiencia o el tamaño de la plantilla, son perfectamente conscientes de que el pago no se retomará hasta la formación de un nuevo Gobierno de la Generalitat. No en vano, algunos grupos sí habrían empezado a cobrar.

Las mismas fuentes exponen que tampoco se han tramitado las convocatorias para las ayudas a la prensa de papel y digital. Acumulan un retraso notable, pese  que las de radio y televisión ya salieron. En cuanto al montante, se mantendría con respecto al 2017, a la vista del presupuesto prorrogado.

Publicidad institucional, congelada

Del mismo modo, la prolongación del artículo 155 también mantiene congelada la publicidad institucional de la Generalitat. En lo que va de año tan sólo se ha llevado a cabo la campaña de La Grossa de Sant Jordi, otra sobre la promoción del consumo de fruta y leche en las escuelas y otra del Instituto Catalán de Finanzas. Todas ellas, al parecer, se han concentrado principalmente en medios audiovisuales.

Si bien en el tema de las subvenciones reina la calma, este otro asunto crea más inseguridad. Más que nada, porque aunque es cierto que las campañas catalanas comienzan a salir a partir de abril, lo que implica que el cobro se efectúa en junio o julio, el hecho de que no haya ninguna en el horizonte supondría fiar el pago para después de septiembre. Sin duda una situación límite cada vez más real.