El Grupo Zeta ultima un ERE global y la liquidación de Interviú y Tiempo

| 5 DICIEMBRE 2017 | ACTUALIZADO: 7 DICIEMBRE 2017 9:31

Los próximos meses serán determinantes para el futuro del Grupo Zeta. Acuciados por la situación de exposición de sus cuentas y condicionados por sus deudas, los directivos de la empresa llevan todo el año diseñando y retocando un plan de reestructuración que será presentado próximamente a expensas de tener unas consecuencias internas dramáticas.

El plan de viabilidad proyectado por la compañía de Antonio Asensio para seguir a flote supone prolongar la política de recortes que impera desde hace un lustro, con la diferencia de que cumplirlo al pie de la letra trastocaría profundamente el mapa estructural de Zeta.

En primer lugar, llevará los ajustes más allá del recorte salarial presentando un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a todo el grupo. De esta forma, a los 35 despidos que pretende ejecutar en el diario deportivo Sport , el 42% de una plantilla compuesta por 84 trabajadores, habría que sumar otras decenas de salidas en cabeceras en publicaciones como El Periódico o las cabeceras regionales y revistas que edita.

El Grupo Zeta reservará parte de los 40 millones de euros que obtuvo de la venta de Ediciones B para sondear el mercado en busca de una ganga

Por otro lado, la hoja de ruta también bebe en algunos puntos del plan de viabilidad elaborado por Deloitte este mismo año, en el que tras analizar el estado de Zeta se proponía desprenderse de algunas marcas. En este sentido, el proceso deja pocas alternativas al futuro de las revistas de Zeta, para las que contempla el cierre

Según explican las fuentes consultadas por DIRCOMFIDENCIAL, los problemas de solvencia han terminado condenando a Interviú y Tiempo. Tras estudiar distintas opciones, como su venta o mantenimiento, la compañía ha puesto encima de la mesa la posibilidad de liquidar la primera, poniendo fin a una de las publicaciones más emblemáticas durante la etapa de la Transición. No obstante, el nombre de la marca seguirá siendo utilizado por el equipo de periodistas del grupo dedicado a la investigación.

En cuanto a la revista Tiempo, se dejará de editar la edición en papel pero se mantendrá la versión digital con un equipo de personas mucho más reducido. Tanto esta decisión como las anteriores se han tomado tras un año realmente complicado, marcado por conflictos laborales y la refinanciación de su deuda de 100 millones de euros.

Los directivos de Zeta confían en que la reestructuración haga más atractivo el grupo de cara a una posible venta. A principios de este año Prensa Ibérica se interesó, pero así como llegó se fue tras conocer el precio de operación propuesto.

Mientras se resuelve esta situación, la compañía de Asensio intentará estirar lo máximo posible los 40 millones que obtuvo de la venta de Ediciones B a Penguin Random House el pasado abril. Además de pagar a la banca, empleará una parte de este dinero en cubrir las liquidaciones del ERE y reservará otra para sondear el mercado en busca de una ganga.