El País renuncia a buena parte de sus ingresos al quitar los anuncios de contactos
El País pone fin a la publicación de anuncios de contactos. Cualquier lector cuidadoso que haya hojeado las ediciones de los últimos días habrá advertido la ausencia de la tradicional página que contenía este tipo de publicidad, la cual suponía una fuente de ingresos destacada. La decisión, motivada tras un profundo debate interno, «está basada en la coherencia editorial» y se aplica desde el pasado 15 de julio.
La cabecera ha asegurado que, aunque el negocio de la prostitución no es ilegal, se trata de una actividad no regulada que roza muchas veces el delito. Así pues, tras años de constante repulsa por parte de los lectores, e incluso de una Proposición de Ley de 2010 que conminaba a los diarios impresos a eliminar la publicidad con contenido sexual, El País ha optado por dejar de tener estos contenidos. «Cueste lo que cueste, porque evidentemente es un coste económico indudable», reconocen desde El País.
Efectivamente, el de los anuncios de contacto ha sido un negocio muy lucrativo para el sector de la prensa escrita. Hasta hace poco tiempo, los principales cabeceras nacionales percibían entre cuatro y seis millones de euros anuales con la venta de estos espacios publicitarios.
La parajoda radica en que, pese a las informaciones de denuncia contra la explotación sexual, diarios como El País, El Mundo, ABC y La Vanguardia han preferido entrar en contradicción con su principios editoriales antes que renunciar a una fuente de ingresos segura y sustanciosa. En cambio, publicaciones como Público, La Gaceta, 20 Minutos y La Razón fueron más consecuentes y se negaron a ingresar por estos anuncios.
Hasta hace poco tiempo, los principales cabeceras nacionales percibían entre cuatro y seis millones de euros anuales con la venta de estos espacios publicitarios
Según estimaciones del mercado a las que ha tenido acceso DIRCOMFIDENCIAL, El País dejará de ingresar entre 12.000 y 14.000 euros diarios por la publicidad de prostitución. Fuentes del diario reconocen que en los últimos tiempos se había reducido la presencia de estas ofertas a una página, en lugar de las dos que mantenían hace unos años.
Teniendo en cuenta que, de acuerdo con las tarifas actuales del medio, el precio de un minimódulo en la edición nacional se fijaba en 217,13 euros entre semana y en 279,11 euros en la dominical, la recaudación diaria podía superar los 15.000 euros diarios de lunes a sábado y los 20.000 euros los domingos. Sin embargo, estos importes están sujetos a los descuentos que alcanzan con las agencias en el momento de la contratación, de ahí que la facturación real ronde más bien la horquilla de los 12.000 y 14.000 euros.
Los datos anteriores ponen de manifiesto que el negocio de los anuncios de contacto no ha perdido comba en absoluto, sino que El País le ha puesto término debido al largo expediente de quejas que acumulaba el Defensor del Lector. «Para muchos lectores resultaba llamativo que el periódico promoviese este tipo de actividad en esos tipos de anuncios de contacto», admitía el medio en un vídeo poco después de hacer oficial.
Para Tomás Delclós, defensor del lector de la cabecera desde marzo de 2012 hasta septiembre de 2014, «El País tampoco tiene como tarea encaminar las conductas de otros medios, pero sí que puede ser un modelo de conducta, en el sentido de asumir el coste que puede suponer prescindir de este tipo de publicidad por una cuestión de coherencia editorial».