Redacción

La mayoría de periodistas augura «bastante futuro» a la IA en prensa, pese a admitir que promueve la desinformación

| 17 DICIEMBRE 2024 | ACTUALIZADO: 18 DICIEMBRE 2024 8:57

La Inteligencia Artificial generativa produce en las redacciones periodísticas una sensación ambivalente. La gran mayoría de los periodistas, un 85%, augura, por un lado, «bastante futuro» a esta tecnología en los medios de comunicación, llegando a consolidarse como «una herramienta recurrente», mientras que un 92% reconoce que cree que favorece la desinformación.

Estas son algunas conclusiones que desprende el XXI Informe Anual de la Profesión Periodística 2024 elaborado por la Asociación de la Prensa de Madrid, presentado ayer en su sede. El estudio, basado en respuestas de más de 1.400 profesionales, muestra un creciente aumento de la IA en prensa. Según este documento, el porcentaje de periodistas que reconoce que nunca usa la IA en su trabajo ha pasado del 69% en 2023 al 50% este año. Por el contrario, quienes admiten haberlo hecho, aunque de forma esporádica ha aumentado del 27% al 44% en el último año.

El porcentaje de periodistas que reconoce que usa la IA ha crecido del 27% al 44% en el último año.

El sector va normalizando progresivamente la instalación de la IA en sus cabeceras, con matices y asimilando los riesgos que entrañan. Quienes admiten que esta herramienta promueve la difusión de bulos, suscriben la conveniencia de avisar a la audiencia de cuando se utilice. Además, el 60% estima que su uso debería restringirse más.

IA

7 de cada 10 consultados opina que el responsable legal de una información generada por IA debe ser el propio medio de comunicación. Cifra que contrasta notablemente con la que se le atribuye el director (12%), el redactor (11%) y otros (7%).

¿Está el sector preocupado por la irrupción de la IA? El informe refleja un equilibrio entre quienes asienten (52%) y quienes niegan (48%). El 46% la califica como «una herramienta periodística más», mientras que el 38% temen que «modificará sus funciones y tendrán que formarse para ello». Un 14% se muestra especialmente preocupado, y pronostica que «a la larga podría perder su trabajo y obligarle a reciclarse».

Donde más recurren los periodistas a la IA es para crear imágenes o material multimedia (40%), seguido de la creación de post para redes sociales (34%) y la elaboración de noticias (32%). En cuanto a tareas, la transcripción de audio (44%) es la principal, por delante de la recogida y documentación de información y datos (29%), la edición de textos (28%) y la producción de contenido e imágenes (27%).

Algunos medios de comunicación ya están moviendo ficha para sumarse a la creciente ola de la IA, con políticas de prevención. Abside Media, por ejemplo, ha creado una guía ética para la integración y el uso responsable. La dueña de COPE ha elaborado un documento que fija 9 principios por los que la utilización de esta tecnología debe estar sujeta a un control y a una supervisión humana durante todo el proceso.

La IA ha sido uno de los principales focos del informe de este año, que ha vuelto a estar dominado por la preocupación sectorial por la precariedad laboral. Esta cuestión es considerado el mayor problema de la profesión (16%), seguida de la retribución del trabajo periodístico (12%).

La falta de rigor y neutralidad en el ejercicio profesional, la falta de independencia política o económica y la polarización política de los medios pasan a ser este año las tres siguientes cuestiones más graves para los encuestados (11%, en los tres casos).

Muro de pago

Bajo el clima de incertidumbre financiera que experimentan redacciones, muchos periodistas muestran esperanzas en los medios que tienen implantado un muro de pago. Se estabiliza el número de redactores contratados en medios que poseen este modelo de negocio, con un 23% (el año pasado supuso un 25%).

La mayoría de ellos, un 77%, piensa que es un modelo que ayuda a la sostenibilidad económica del medio y, para un 57%, ha supuesto una transformación algo o muy importante en su trabajo, sobre todo en la organización del flujo de la información.