La prensa regional arranca el año destruyendo decenas de empleos
Otro mal inicio de año para la prensa escrita, y van ya muchos seguidos. La situación de vulnerabilidad que padece la profesión periodística se ha visto agudizada por los planes de recortes impulsados por Vocento y Prensa Ibérica en su negocio regional.
En lo que va de 2020 estos dos grupos editoriales llevan destruidos casi una treintena de puestos de trabajo. Sin duda el ajuste más fuerte es el realizado por Vocento, que en poco más de un mes ha ejecutado un total de once despidos en su plantilla: siete en Las Provincias, cinco en TESA (su división de revistas), tres en El Sur y dos en su departamento comercial.
Por su parte, Prensa Ibérica dejó a once periodistas de La Información a mediados de enero. Un mes después, la empresa controlada por Javier Moll ha decidido prescindir de otros cuatro profesionales en El Diario de Mallorca.
Desde Vocento encuadran este goteo de bajas dentro de la política de eficiencia y racionalización que viene siguiendo la compañía desde hace un lustro y que, por lo general, suele concentrarse en los primeros compases del año. Fuentes oficiales justifican estas medidas en la necesidad de reducir costes de explotación y contener el gasto en personal lo máximo posible.
En lo que va de 2020 Vocento y Prensa Ibérica llevan destruidos casi una treintena de puestos de trabajo.
En cambio, para la parte sindical este nuevo tijeretazo demuestra la «incapacidad» del grupo para gestionar la empresa sin destruir empleos. «Una vez más son los trabajadores y las trabajadoras los principales afectados de una política laboral que únicamente sabe esquilmar el empleo».
El desencuentro entre la parte social y la empresa se produce en plena renovación del convenio colectivo. Ambas partes llevan meses negociando un nuevo acuerdo laboral y, si a finales de 2019 las posturas ya eran distantes, en las últimas semanas se han alejado todavía más.
Poco ayudan las últimas salidas ordenadas por Vocento. «En la mayoría de los casos los despidos no han sido justificados sino es mero capricho de algunos de los directivos, enfrentados, por otra parte, a otros responsables de las empresas afectadas, y los menos se han justificado con el cierre de ediciones y cambios de proyectos», denuncian los comités.