La productora Infinia reduce a la mitad su facturación

| 27 JUNIO 2014 | ACTUALIZADO: 22 JUNIO 2015 14:46

En los últimos cinco años la productora audiovisual Infinia ha reducido a la mitad su facturación, pasando de 12 a 6 millones. No hay duda de que la crisis de los medios de comunicación por el descenso de publicidad ha afectado también al sector de la producción audiovisual haciendo que muchas empresas vean reducido su presupuesto y su personal.

Esta empresa de producción y postproducción audiovisual, de reconocido prestigio en el sector, ofrece desde platós para todo tipo de rodajes, hasta el equipo personal y técnico. Tienen en su historial proyectos audiovisuales como vídeos corporativos e institucionales, soluciones multimedia para obras de teatro, etc. Ofrecen servicios para cine y televisión, adaptándose a las necesidades de cada proyecto.

A pesar de ser la productora de grandes series como PeriodistasHispania, La que se avecina, Los Hombres de Paco, Física y Química o la exitosa Águila Roja, Infinia ha visto reducido a 40 el número de sus empleados fijos y ha pasado por un concurso de acreedores del que, según informan en su Twitter, han podido salir con un apoyo del 50% de la junta.

A finales del 2013 se publicaron las cifras de que desde 2008, se habían destruido más de 11.000 empleos en el sector periodístico y se habían cerrado casi 300 medios. Casi todos los grupos de comunicación han pasado por drásticos EREs. Y las consecuencias de esta crisis también son patentes en el sector de la producción audiovisual.

Las causas de esta situación son la disminución de lectores, la transición a un modelo en el que los internautas buscan lo gratuito para informarse y, desde luego, la caída drástica de la inversión publicitaria. Aunque la televisión sigue llevándose el grueso de la tarta publicitaria con más de un 30%, esta cifra disminuye cada año más.

Como consecuencia, las televisiones retrasan sus estrenos y están dispuestos a pagar menos por los proyectos de las productoras, afectando así a la facturación del sector audiovisual que cae en picado, como ha ocurrido en Infinia. El futuro de la televisión tiene que pasar de manera obligada por atender a las demandas del público y ofrecer contenidos atractivos, por lo que el reto que les queda a las productoras, además de la creatividad, es hacer lo que han hecho siempre pero con menos dinero.

Esta situación les ha obligado a adaptar los precios a las posibilidades de las televisiones, entrando así en una guerra de precios que no beneficia a las productoras. Si su facturación sigue esta tendencia los próximos años, tendremos que asistir a más cierres de empresas y a contenido de peor calidad en los canales televisivos.

Con la destitución de Pedro J. en El Mundo, y los esperados movimientos en la cúpula de El País, ha quedado claro que los medios con poco dinero y poco amables con el gobierno, terminan siendo poco independientes del poder, las empresas y la banca. Esperemos que lo les llegue el turno a las productoras audiovisuales.