Las televisiones autonómicas marcan un mínimo histórico de 6,8% de audiencia

| 2 SEPTIEMBRE 2016

Si en algún momento se ha puesto en duda el mantenimiento y continuidad de las televisiones autonómicas es éste. Utilizadas como instrumento político por los gobiernos regionales de turno y con unos costes muy elevados, en la mayoría de los casos por encima de los ingresos, son muchas las voces que se cuestionan el papel de servicio público que desempeñan.

Y es que, según los datos recabados por Kantar Media, las televisiones autonómicas registraron un 6,8% de audiencia en agosto, lo que representa su mínimo histórico. El dato corresponde a la Federación de Organismos o Entidades de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA) y el Canal de Extremadura, que no forma parte de la asociación.

Destaca, por ejemplo, el mínimo de TV3 (9,4%) y de IB3 (2,8%), tal y como pone de manifiesto el último informe elaborado por Barlovento. En el caso de la televisión autonómica catalana es muy destacable, dado que en sus cadenas se emplean un total de 2.312 trabajadores, exactamente un 28% más que la plantilla de Atresmedia (1.800 trabajdores) y un 82% más que Mediaset (1.266).

El presupuesto de las cadenas autonómicas fue de 928 millones de euros el años pasado

Así pues, la sobredimensión de las plantillas vuelve a reconocerse como el principal problema de las cadenas autonómicas. De hecho, en más de una ocasión se ha puesto de manifiesto el importante desahogo económico que supondría para el erario público adelgazar las cúpulas directivas de estas televisiones.

En 2015 las televisiones autonómicas costaron al contribuyente español 928 millones de euros, por lo que, en conjunto, alcanzar cada punto de audiencia tiene un coste de 134 millones de euros.