¿Por qué Netflix sube el precio de sus suscripciones en España?

Una decisión impopular avalada aparentemente por razones de peso. Desde hace unas semanas la duda que se plantean los usuarios de Netflix no es si ver ‘El juego del calamar’ o ‘Jaguar’, sino ¿Por qué ha subido el precio de las suscripciones?

A pesar de que tan solo se ha elevado en un euro en la tarifa estándar y en dos euros en la tarifa premium, se trata de la tercera vez que la entidad lo hace. Concretamente ya llevó a cabo una subida en 2017 y otra en 2019, donde primero se estableció ese margen para los recién llegados a la app y más tarde se implementó para los suscriptores veteranos.

Sin duda, desde que la plataforma anunciara esta modificación de su servicio en streaming el pasado 11 de octubre muchos espectadores se han planteado -y así lo han mostrado a través de las redes sociales- si seguir pagando o no un bien que no es de primera necesidad. Sin embargo, los expertos del sector lo tienen claro: “Aunque nos moleste no nos podemos quedar fuera del fenómeno”.

Que una misma suscripción sea pagada por cuatro o cinco personas abarata el coste real que tiene este bien para el espectador de forma individual

Esta afirmación, que aparentemente puede resultar poco ajustada a la realidad cotidiana de un ciudadano de a pie, tiene mucho más que ver con la subida de precios en Netflix de lo que cualquier seguidor de ‘You’ podría imaginar.

Básicamente, esa es una de las razones por la que la empresa se puede permitir el ‘lujo’ de encarecerse: la necesidad de pertenecer a un colectivo. Según el último barómetro de GECA, un 71,5% de personas cuenta con acceso a Netflix en España. Esto implica que sus contenidos, a pesar de no ser de primera necesidad, se encuentran presentes en multitud de conversaciones, chistes, en las redes sociales…

Cuando un bien de este tipo pasa a estar tan presente en el entorno más cercano, deja de ser un complemento y se asimila como un gasto fijo del que, aunque se puede prescindir, se prefiere no hacerlo por una subida del coste relativamente ‘leve’.

Los objetivos de Netflix a corto plazo

Al motivo más social de todos se le unen otros como las cuentas compartidas. ¿Quién no conoce a alguien que comparta su Netflix con amigos o familiares? Pues esto para la plataforma de vídeo bajo demanda es un problema a solucionar.

En este sentido, el hecho de que una misma suscripción sea pagada por cuatro o cinco personas abarata el coste real que tiene este bien para el espectador de forma individual, algo que ha llevado a Netflix a querer dar oxígeno a la cifra por espectador mediante la subida de la suscripción.

Además, a esto se le suma la cascada de competidores del sector que hay en la actualidad, como HBO, Amazon Prime Video o Disney + y su carrera de fondo por mostrar al mundo un mayor número de producciones originales que otras OTTs.

Si la entidad se arriesga a elevar su precio y con ello su riesgo al abandono por parte de los clientes, los ‘proveedores’ de contenidos también deberán elevar su calidad produciendo un mayor número de series y películas exclusivas de Netflix que ayuden a diferenciar su servicio del servicio de la competencia.