Prisa cierra filas en torno al actual equipo de gestión para sellar posibles choques internos
En el consejo de administración de Prisa se respira una paz histórica. O al menos esa es la imagen que se han esforzado en dar sus miembros en la Junta de Accionistas del grupo, celebrada este lunes en su sede de la madrileña calle Miguel Yuste.
La cita anual ante los accionistas ha servido para escenificar una armonía en la ejecutiva de Prisa como nunca antes se recordaba. Sus dos primeras espadas, Javier Monzón y Manuel Mirat, han refrendado en sus respectivos discurso el fin de los viejos tiempos, marcados por luchas intestinas que dejaron a la nave sin rumbo ni timón. Ello en una junta de lo más ordinaria, sin sobresaltos ni intervenciones.
Desde que se puso el contador a cero, hace ahora un año, la consigna del equipo de gestión ha sido desmarcarse con hechos y palabras de la anterior etapa. Así pues, durante su primera comparecencia pública como presidente de la compañía, Monzón ha hecho especial énfasis en la importancia de remar en la misma dirección.
«Lo que constituye -y debe constituir cada día más-la actividad central del Consejo se resume en dos conceptos: estrategia y equipo», ha remarcado el ejecutivo de Prisa. Tras indicar que Prisa avanza por la senda adecuada, «llevando a cabo los análisis y debates de las distintas opciones con la profundidad y alcance necesarios», defendió las capacidades de Manuel Mirat al frente de la misma.
«El empresario, debe ser el primer ejecutivo»
«No hay empresa sin empresario. En una empresa como la nuestra, de propiedad dispersa, el titular de la función empresarial, el empresario, debe ser el primer ejecutivo», destacó antes de agregar que la labor del consejo es motivar a Mirat para «que sus resultados sean los mejores que todos esperamos».
Con su intervención, Monzón quiso sellar cualquier comentario acerca de los supuestos choques surgidos recientemente entre él y Joseph Oughourlian, vicepresidente no ejecutivo de Prisa y primer accionista con el 29% del capital.
Por su parte, las palabras de Mirat fueron dirigidas al futuro del grupo. «Tenemos una hoja de ruta clara e ilusionante que tienen la capacidad de generar valor para los accionistas». Asimismo, hizo un repaso de las principales actuaciones del último año, entre las que destacan dos ampliaciones de capital, varias medidas de carácter financiero y la recompra del 25% de Santillana.
«Estoy convencido de que el conjunto de medidas que hemos tomado durante estos meses, unidas a las expectativas que se van a generar con los planes de futuro que hemos puesto sobre la mesa serán valoradas en su justa medida por los mercados, espero que en un futuro cercano», ha declarado el consejero delegado de la editora.
