Prisa se deja 269 millones de euros por un duro ajuste en sus activos
El Grupo Prisa registró unas pérdidas de 269,3 millones de euros durante el año pasado. La compañía atribuye este resultado, sensiblemente peor al del 2017, a una revisión en el valor de sus créditos fiscales y de Media Capital. El deterioro de estos activos provocó un ajuste de 202 millones y de 76 millones, respectivamente.
Excluyendo este impacto, consecuencia directa del desequilibrado balance heredado del anterior equipo directivo, que salió dejando un agujero de 102,9 millones de euros en 2017, la compañía habría arrojado unas ganancias de 45 millones.
Según la información financiera remitida a la CNMV, «2018 es el año en el que se consolida el crecimiento rentable y la creación de valor gracias al impulso de
los cambios financieros y de gestión». Prueba de este desempeño es que el plan de eficiencia anunciado hace unos meses permitió ahorrar 48,5 millones de euros, y que la deuda neta se situó en los 929 millones al cierre del ejercicio, frente a los 1.422 millones del anterior.
Prisa ha hecho públicos estos resultados la misma tarde en la que ha anunciado una nueva ampliación de capital por valor de 200 millones de euros, destinados a hacerse con el 25% de Santillana que está en manos de Victoria Capital. El montante de la transacción, que se espera esté concluida en el mes de abril de 2019, asciende a 312,5 millones de euros.
Descenso del 4% en los ingresos
Los ingresos del grupo alcanzaron los 1.280,3 millones de euros, lo que supone un descenso interanual del 4,2%. Casi la mitad de esta cifra la aportó el negocio editorial de Santillana (600,5 millones de euro), pese a apuntar una caída del 8,5%, que Prisa atribuye al tipo de cambio y a un ciclo sin novedades en el mercado español.
Mejor le fue a Prisa Radio -área que engloba la Cadena Ser y Los 40-, que experimentó un incremento del 2,5% en sus ingresos, hasta los 287,6 millones de euros, de los que 172 millones se generaron en España.
En cuanto al negocio de la prensa, los ingresos de explotación acusaron un nuevo retroceso. Estos cayeron un 7,9%, situándose en los 203,2 millones de euros, donde la parte publicitaria llegó a los 107,2 millones de euros (+1,6%), mientras que la circulación por venta se situó en 79,4 millones (-14%). Como parte de la transformación digital, se alcanzaron los 229,2 millones de euros, 7 millones más que el año anterior.
