“Se está haciendo una labor académica sobre el futuro del periodismo menos visible de lo que debería”
La innovación ha dejado de ser un elemento diferenciador en las redacciones para consolidarse como un componente imperante, de obligado cumplimiento, para su pervivencia. Los periodistas están interiorizando progresivamente nuevos conceptos —completamente desconocidos hace unos pocos años— como la inteligencia artificial (IA), el metaverso o el blockchain, que están irrumpiendo en el horizonte sectorial, con tanto optimismo como inquietud.
Sobre estas nuevas tecnologías y los desafíos que plantea en el oficio se centra Innovar en Periodismo: De la Desinformación al Metaverso, un libro académico elaborado coralmente por un grupo destacado de profesores de la Universidad San Pablo CEU, junto con profesores de prestigio y docentes en otros centros académicos de referencia. Unas exposiciones agrupadas en tres bloques dominantes: la reflexión ética y deontológica, la forma de relacionarse con las audiencias y los nuevos perfiles profesionales.
La obra la coeditan el catedrático de Periodismo de esta universidad, José Francisco Serrano, y la profesora de Producción en entornos digitales del departamento de Periodismo y Narrativas digitales, Cristina Jaramillo.
Esta académica explica a DIRCOMFIDENCIAL que el libro es “más académico que divulgativo”, y lamenta que “se esté haciendo una labor académica sobre el futuro del periodismo menos visible de lo que debería”. A juicio de la coautora, “en todas las universidades, no sólo desde el CEU, se está haciendo un trabajo muy notable en investigación”, por lo que el propósito de los autores del libro es plasmarlo con la voz de los grandes expertos.
La coeditora de la obra opina que con la irrupción de la IA es “relativamente fácil sustituir a un redactor, pero no al periodista”.
Jaramillo considera que de todas las transformaciones tecnológicas que vive el sector, la que protagoniza la Inteligencia Artificial es “la más inquietante”. “Se nos escapa un poco de nuestras manos y va muy rápido. Las máquinas van aprendiendo ellas solas”, señala.
Uno de los mayores temores sectoriales que provoca la IA es la posibilidad de que esta tecnología sea capaz de reemplazar el trabajo de los periodistas. Sobre ello, la profesora de la Universidad CEU puntualiza que con la IA es “relativamente fácil sustituir a un redactor, pero no a un periodista”. En concreto, defiende que “para la redacción de un texto, la IA te puede valer, gracias a su alta velocidad, pero al auténtico periodista, al que consulta diferentes fuentes, al que busca la verdad, no lo veo fácilmente sustituible hoy por hoy”.
La académica reconoce que en el claustro docente se está debatiendo cómo abordar la IA ante los alumnos de Periodismo, y que existe una corriente que defiende mandarles tareas para que aprendan a manejarlas siempre bajo criterios éticos, sin renunciar al “desarrollo de su capacidad crítica y reflexión”. Advierte que “si todo lo hace la IA, los futuros periodistas perderán, por ejemplo, agilidad en la redacción”.
La impulsora de la publicación —especialmente familiarizada con la innovación tecnológica desde hace dos décadas— aplaude que la IA haya logrado “por primera vez en la historia, aunar la ciencia y la filología”. Explica que “los filólogos estaban en las antípodas de los científicos. Y hoy estos científicos han dado a los filólogos un poder maravillo que es el uso de la palabra para hacer los prompts lo más exactos posibles”.
Jaramillo asegura que no tiene “ningún miedo a la tecnología” y recomienda esta publicación especialmente a profesionales de los medios, investigadores o profesores.
