Secuoya reparte un dividendo de 3 millones de euros en el año de la pandemia
Secuoya es una de tantas compañías que ha convertido la pandemia en una excusa para poner en orden su negocio. A mediados del año pasado selló la venta de sus estudios a una sociedad vinculante por un importe de 18,5 millones de euros. Si bien la operación generó un ingreso neto en la caja de 11 millones de euros, también provocó una pérdida por enajenación de 3,3 millones.
El impacto de esta baja patrimonial se dejó sentir en el resultado del grupo audiovisual controlado por Raúl Berdonés, que cosechó un resultado negativo de 1,6 millones de euros en 2020. Este déficit contrasta con los 354.000 euros de beneficios que obtuvo el año anterior. En su último informe de cuentas indica que sin esta pérdida hubiese cerrado el ejercicio en signo positivo, con unas ganancias de 1,6 millones de euros.
Pese a cerrar el 2020 en rojo, los accionistas de Secuoya acordaron en la junta extraordinaria de finales de diciembre distribuir un dividendo de 3 millones de euros con cargo a reservas voluntarias. El abono de este bonus millonario se hizo efectivo el pasado 12 de enero. En los últimos cinco ejercicios ha distribuido dividendos otras dos veces: en 2017 y 2016, cuando repartió 2,6 millones de euros y 6,3 millones respectivamente. En total ha designado 11,9 millones de euros entre sus accionistas por este concepto.
En los últimos cinco años ha repartido 11,9 millones de euros en bonus.
Este último bonus se aprobó tras la operación citada, que permitió cumplir con los objetivos de reducir la deuda financiera con respecto a 2019, que pasó de 17,3 millones a 5,8 millones, fortalecer el balance del grupo y obtener recursos para poder financiar el crecimiento de los próximos años.
Todo en un contexto marcado de lleno por la situación sanitaria, que obligó a paralizar la producción de series y programas de entretenimiento en plató durante los primeros meses de pandemia, con su consiguiente impacto económico. En menor medida, también ha acusado la caída de la inversión publicitaria en televisión, que ha llevado a un ajuste de presupuesto y parrillas por parte de algunos clientes.
Descenso del 14% en los ingresos
Según consta en la información remitida al MAB, el grupo audiovisual obtuvo unos ingresos de 74,8 millones de euros, cifra que representa un descenso interanual del 14% respecto al 2019, cuando facturó casi 87 millones de euros. Un frenazo en la progresión de Secuoya, que hace apenas año y medio aspiraba a alcanzar la cifra psicológica de los 100 millones de euros de facturación, objetivo que se ha visto truncado por la pandemia.
«A pesar de la difícil situación económica y social que ha atravesado el país y la economía a causa de la pandemia, el grupo no sólo ha conseguido mantener plenamente activas sus áreas de negocio tradicionales de externalización de servicios a través del área BPO y la prestación de medios técnicos de producción con el mantenimiento de sus producciones en materias informativas y de actualidad, sino que, a pesar del impacto de la paralización de las grabaciones de ficción y entretenimiento durante el confinamiento de marzo y abril de 2020, ha continuado con el proceso de expansión nacional e internacional», indica la compañía en su informe de gestión.